El mismo escritorio, la misma silla, la misma computadora, pero al menos no la misma vista en la ventana. Una pareja de Singapur creó, durante la cuarentena, un sitio web que permite "viajar por el mundo" a quienes se ven obligados a hacer largas horas de home office -o home schooling- durante la pandemia. La propuesta, que se enmarca en un proyecto comunitario, ofrece disfrutar las "ventanas" de otros usuarios en diferentes países y también acepta envíos de ventanas propias que se ofrecerán a otros, previa curaduría.
Una serie de plantas se alinean en el balcón de Denny en Hawai (Estados Unidos) sus hojas se mueven al ritmo del viento que llega desde el mar, que se ve imponente en el fondo. Christina, en Bavaria (Alemania) muestra desde su ventaba el jardín de su casa, donde hay una pequeña pileta. Maarten de Amsterdam (Holanda) exhibe desde el balcón de su departamento la hilera de ordenadas bicicletas estacionadas en la calle y se puede ver a gente paseando. Desde el hogar de Alexandre en San Pablo (Brasil) se puede disfrutar un atardecer entre edificios. Y la lista continúa.
Las vistas están disponibles de manera gratuita en el sitio Window Swap, literalmente "intercambio de ventana". En la pantalla aparece un sugestivo botón que invita en inglés: "Abrí alguna ventana en algún lugar del mundo".
Sus creadores son Sonali Ranjit y Vaishnav Balasubramaniam, quienes ofrecían apenas 15 vistas hace un mes, cuando comenzaron su proyecto y compartieron una especie de manifiesto en el sitio Bored Panda. "Estamos aburridos con mi marido de ver siempre la misma vista desde nuestra ventana, por eso creamos un lugar en Internet donde podés abrir una nueva ventana en algún lugar del mundo. Un lugar donde extraños pueden intercambiar las vistas de sus ventanas y que nos ayuda a todos a sentirnos un poco mejor hasta que podamos (responsablemente) explorar nuestro hermoso planeta de nuevo", plantearon.
En aquel primer momento ofrecían vistas de Colombia, Francia, India, Tailandia, Reino Unido, Suecia, Canadá y -créase o no- Argentina. En estas semanas, el interés de los usuarios multiplicó el material: ya tienen más de 2 mil ventanas. Como hay un trabajo de curaduría de los materiales que se envían, no hay sorpresas desagradables de bromistas o exhibicionistas. Solo paisajes de todo tipo y hasta algún tipo de arte.
"Enviar la ventana" propia es fácil: en el sitio web piden tomar un video de diez minutos en formato horizontal, donde se vea parte del balcón o la ventana, y enviarlo a los coordinadores del proyecto.