Varias universidades argentinas comenzaron a aplicar desde hace pocos años protocolos, reformas de estatutos y cambios en los planes de estudio para incorporar la temática de género, ante el fuerte crecimiento en el último decenio de casos de violencia, discriminación y abuso de profesores y estudiantes varones hacia las alumnas.
"Cuatro de diez alumnas fue testigo o protagonista de un hecho de abuso, violencia de género o discriminación, en un 60 por ciento por profesores", precisó la copresidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Mariana Gottardo.
Tras un relevamiento de la agrupación, la también titular del Centro de Estudiantes de la Facultad de Psicología de la UBA reclamó "estadísticas oficiales".
En tanto, la coordinadora del programa de Género de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Analía Barrionuevo, indicó a NA que en una encuesta "el 53 por ciento de la población docente dijo conocer casos de acoso" en esa casa de altos estudios, aunque acotó que "si bien se conocen ese tipo de datos, las estudiantes se están animando a denunciar a su pares, pero no a sus profesores".
La UBA, que conduce el rector Alberto Barbieri aprobó en 2015 un Protocolo contra Discriminación, Abuso y Violencia de Género, que se aplica en forma dispar en sus facultades, mientras la universidad cordobesa, cuyo rector es Hugo Juri, para ese mismo año acordó un plan que incluye trabajos de prevención, de recepción de denuncias y de aplicación de sanciones administrativas de diverso grado, que pueden llegar al "juicio académico".
Consultada por el estado de aplicación del protocolo, Gottardo afirmó que "difiere de una facultad a otra".
"Filosofía y Letras y Ciencias Exactas hicieron grandes avances, otras asignaron a un responsable para acordar los ítems y otras lo violentaron", señaló.
El secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun) y de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA), Daniel Ricci, explicó a Noticias Argentinas que "si bien en las últimas décadas la brecha de género se achicó de manera notable, aún es mucho el cambio cultural que resta operar en la sociedad en general, y en el ámbito universitario en particular, para lograr una verdadera igualdad".
Ricci sostuvo que el sistema universitario argentino desde una perspectiva de género "muestra que la composición de los cargos docentes entre hombres y mujeres es muy pareja, con una diferencia mínima del 2 por ciento a favor de éstas".
Sin embargo, aclaró que "si se profundiza en el tipo de cargo que ocupan los docentes, puede observarse una mayor presencia de hombres en los cargos más importantes y, a medida que se desciende en la jerarquía del cargo, decrece la presencia de hombres y aumenta la de mujeres".
En tanto, la doctora en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y a cargo del Plan de Igualdad de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), Daniela Heim, destacó que la Asamblea de esa casa aprobó meses atrás "una serie de cambios en su Estatuto que incluye la incorporación del lenguaje no sexista y la perspectiva de género en distintos ámbitos. Eso nos convierte en la primera universidad pública que incorpora estos temas y que está elaborando un Plan de Igualdad", dijo Heim.