Una joven de 17 años fue degollada mientras dormía con su bebé de tres meses en la localidad sanjuanina de Calingasta y por el crimen fue detenida su pareja, que intentó escapar tras el hecho, informaron ayer fuentes policiales.
Una joven de 17 años fue degollada mientras dormía con su bebé de tres meses en la localidad sanjuanina de Calingasta y por el crimen fue detenida su pareja, que intentó escapar tras el hecho, informaron ayer fuentes policiales.
El femicidio ocurrió aproximadamente a las 3 de la madrugada del domingo cuando Angelo Castillo, de 21 años, ingresó a la vivienda de su pareja y madre de su hijo, Pamela Rodríguez, de 17, a quien, de acuerdo a la información policial, atacó con un cuchillo.
Al escuchar el pedido de auxilio de la joven, su madre y hermano se acercaron a la habitación para saber qué ocurría y fue allí donde la encontraron con el cuerpo ensangrentado mientras que Castillo lograba escaparse por el fondo de la vivienda, ubicada en una zona rural.
El jefe de la División Homicidios de San Juan, comisario Angel González, dijo en una conferencia de prensa que el hombre fue capturado durante la madrugada del domingo en una zona de cerros y ríos que “conocía muy bien”. González informó que el arma blanca empleada en el crimen “aún no fue encontrada” pero que se trata de un “cuchillo pequeño”.
Además, agregó que el señalado agresor no tiene antecedentes penales pero sí remarcó que “tenía una restricción perimetral” hacia su pareja que no podía cumplir “porque vivían en casas linderas”. “Era una relación un poco violenta, de ida y vuelta. Estaban en pareja hace dos años y fruto de esa relación tienen un bebé de tres meses. En el último tiempo estaban separados”, indicó el comisario a la prensa.
Por su parte, Lorena, la madre de Pamela, aseguró que su hija ingresó al hospital consciente y preguntando por su bebé.
“Cuando la trasladaron al hospital ella preguntaba por el bebé, si estaba bien, y nosotros le decíamos que sí. Ella llegó consciente, escupía mucha sangre por la boca y por la nariz. Le conectaron el respirador, pero los médicos no pudieron hacer más nada”, relató.
Lorena dijo que su hija se había separado porque Castillo “había intentado dos veces suicidarse”, y que los psicólogos le habían recomendado a Pamela irse de su casa porque el hombre “era peligroso” para ella.
“El vivía molestándola. Hice un montón de denuncias y nunca hicieron nada. Si le hubiesen dando importancia a las denuncias, a mi hija la tendría viva”, expresó la mujer.