Una joven catamarqueña que dio a luz a un niño y dijo a su familia que había muerto en una clínica de la ciudad santiagueña de Frías confesó ayer que entregó su hijo al médico que la atendió en el parto. El profesional lo mantuvo en su casa al menos cuatro días y luego se presentó a una comisaría con el pequeño, quien se halla en perfecto estado de salud, según se indicó.
El niño había sido entregado al médico Eduardo Lazo, quien cobró fama tras su casamiento con el psicólogo sueco Lars Ronnie Glleson, ya que fue el primer matrimonio celebrado en Frías por la ley que habilita el enlace entre personas del mismo sexo.
Fuentes judiciales dijeron que la confesión de Noelia Sarría, de 24 años, se produjo en la Comisaría del Menor y la Mujer.
Allí, su novio, Jorge Córdoba, de 19 años, y la madre de éste, Cristina Del Valle Bulacio, habían presentado una denuncia para que se investigue el paradero del recién nacido, dado que no creyeron la versión de su muerte.
A partir de esa declaración, la jueza Gabriela Núñez de Cheble ordenó una serie de medidas que permitieron recuperar al niño, que estaba en buen estado de salud en la casa de Lazo.
Involucrado. El médico quedó involucrado en la causa por mantener al niño en su vivienda, aunque la Justicia intenta determinar los alcances del derecho a su actuación dado que el bebé fue inscripto como nacido con el nombre de la madre, sin que se iniciaran trámites de adopción, añadieron las fuentes.
La magistrada determinará si el niño quedará al cuidado de la abuela materna o de su padre, quien promovió la denuncia penal por la desaparición del recién nacido.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que una vez que Sarría supo que su novio había recurrido a la policía para establecer el paradero de su hijo, decidió decirle al joven que el bebé era producto de su relación con otro hombre.
De todas maneras, Córdoba aseguró que está dispuesto a criar al bebé, que considera suyo. Asimismo, analizaba la posibilidad de pedir un análisis genético para comprobar la paternidad del niño.
La pareja mantenía un vínculo sentimental desde hace dos años y medio, y reside en la localidad catamarqueña de Icaño, 55 kilómetros al sur de Frías.
La Justicia abrió la investigación luego de que el joven y su madre radicaron el viernes una denuncia ante la comisaría del Menor y la Familia por la desaparición del bebé.
En la clínica informaron a la familia que el recién nacido había fallecido, pero no le permitieron ver el cadáver del niño. Entonces, los investigadores secuestraron la historia clínica del bebé y un certificado de nacido vivo que fue expedido por una médica del sanatorio.
De acuerdo con la denuncia, la joven viajó desde Catamarca el lunes y dio a luz en la madrugada del martes por parto normal. Según el primer relato que le hizo a la familia Córdoba, dijo que el recién nacido había presentado problemas de salud, por lo que fue trasladado al Centro de Salud Infantil de la capital santiagueña en una ambulancia, pero antes de arribar a destino falleció.
La joven aseguró que habían llevado su cuerpo para una autopsia en la morgue judicial, donde luego iban a cremarlo, pero el juzgado criminal y correccional de Frías determinó la falsedad del testimonio, ya que el sanatorio no tiene crematorio y no había registrado ingresos de niños. (DyN)