Trece personas, la mayoría jóvenes latinoamericanos, murieron anteanoche y otras
14 resultaron heridas al ser atropelladas por un tren de alta velocidad cuando cruzaban la vía en
la localidad barcelonesa de Castelldefels, en el segundo peor accidente ferroviario en España en 30
años.
Los análisis de los restos hallados en el lugar del hecho hicieron que el número
de fallecidos se elevara a trece, informó ayer la consellera de la Justicia de la Generalitat,
Montserrat Tura.
Entre las víctimas mortales "hay muchas de origen sudamericano", dijo por su
parte el presidente del gobierno regional de Cataluña, José Montilla. Ocho de los 13 muertos han
sido identificados. Se trata de siete hombres y una mujer.
Al menos cinco son ecuatorianos, según indicó el cónsul de Ecuador en Barcelona,
Freddy Arellana Ruiz. Otros dos son colombianos, según la embajada de Bogotá en Madrid. Y podría
haber también chilenos y bolivianos, en vista de los testimonios de testigos y allegados.
No obstante, la identificación de las víctimas que se está llevando adelante en
Barcelona no se habrá completado al menos hasta hoy, mientras diez de los 14 heridos siguen
internados.
En plena noche de San Juan, que en Cataluña y otras regiones de España es
tradicional celebrar en torno a hogueras junto al mar, un grupo de unas 40 personas que había
bajado de un tren de cercanías en el apeadero de Castelldefels Playa, cruzó las vías en vez de
utilizar el paso subterráneo. Este, al parecer estaba lleno de gente que se dirigía hacia el mar,
según relataron testigos en esa localidad turística de 62.000 habitantes.
En ese momento, un tren Alaris procedente de Alicante y con destino Barcelona
cruzó la estación, atropellándolos. Era poco antes de las 23.30 horas (local). El tren, que no
tenía parada en el apeadero, viajaba a 139 kilómetros por hora, por debajo de los 150 permitidos
como máximo, y emitió las señales acústicas al aproximarse a la estación. Pero fue en vano.
Todas las versiones, tanto las de los testigos como las de las autoridades,
apuntan a la imprudencia de las víctimas como origen del accidente. Ya hay en marcha una
investigación judicial. Y el Ministerio de Fomento español ha ordenado otra.
De los 14 heridos, tres se encuentran en estado crítico. Preocupa sobre todo el
estado de una mujer de 25 años. Todos los heridos son jóvenes, con edades entre los 16 y 26 años,
excepto una mujer de 45. Ninguno de los pasajeros del tren resultó herido, pero el maquinista
sufrió un shock y tuvo que ser atendido. Los familiares de las víctimas y algunos testigos están
recibiendo ayuda psicológica.
"Hay cuerpos que están absolutamente destrozados. Les ha pasado el tren a toda
velocidad por encima y los trozos de cuerpos están por todas partes", relató un testigo tras el
siniestro.
"Todo estaba lleno de cuerpos y de sangre", dijo otro testigo.
El presidente Montilla habló de "imprudencia". El alcalde de Castelldefels, Joan
Sau, se pronunció en términos similares. De haberse usado el paso subterráneo, "no estaríamos
hablando de esta tragedia", dijo. El cónsul de Ecuador en Barcelona criticó a las autoridades
catalanas por hablar de imprudencia antes de que las investigaciones en marcha den resultados.
Hace algo más de un año, una joven de 19 años murió de la misma manera en la
estación. En aquel entonces no existía el paso subterráneo, pero sí uno elevado, que la joven no
utilizó. l (DPA)