Un adolescente de 13 años mató de dos balazos con una pistola de su padre a uno de los cinco delincuentes que habían entrado a robar a su casaquinta y amenazaban a su madre, en la localidad bonaerense de Francisco Alvarez, partido de Moreno.
Un adolescente de 13 años mató de dos balazos con una pistola de su padre a uno de los cinco delincuentes que habían entrado a robar a su casaquinta y amenazaban a su madre, en la localidad bonaerense de Francisco Alvarez, partido de Moreno.
El padre afirmó que su hijo disparó como si se tratara de una pistola de la PlayStation pero que a raíz de lo ocurrido "no deja de llorar" y "no quiere volver" a su domicilio.
Por su parte, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, dijo estar "conmovida" por el hecho que, dijo, es "el resultado de muchos años donde el tema (de la inseguridad) no se abordó en profundidad sino con improvisaciones, en una maraña siniestra que involucra pactos de connivencia con las fuerzas policiales".
Todo comenzó a las 21,30 del martes en una vivienda situada a dos cuadras de la colectora de la autopista del Oeste, donde vive un matrimonio integrado por dos productores de seguros, y sus dos hijos de 13 y 11 años.
La madre de familia llegó a la vivienda a bordo de su Chevrolet Agile color blanco, abrió el portón automático del garaje e ingresó al mismo, pero en ese momento fue sorprendida por un delincuente que vestía un chaleco antibalas con la inscripción "Policía", por lo que se dirigió rápidamente al interior del inmueble y accionó la alarma vecinal.
La mujer intentó cerrar la puerta de ingreso pero aparecieron al menos otros cuatro hombres armados que se lo impidieron y, a las patadas, entraron.
Los delincuentes redujeron a mujer y le exigieron dinero en dólares, situación que fue advertida por el hijo de 13 años que estaba dentro de la casa, tomó una pistola de su padre que estaba cargada en un mueble y salió en defensa de su madre efectuando dos disparos que impactaron en uno de los ladrones.
Ante esa situación, otro de los delincuentes disparó aunque sólo le provocó un roce de bala en el cuero cabelludo al niño de 11 años, producto de un rebote, dijeron los informantes.
En tanto, el asaltante baleado, identificado por la Policía como Pablo González, de 34 años, cayó muerto en el umbral de la casa mientras que sus cómplices huyeron en un Volkswagen Voyage gris que fue hallado poco después abandonado en Moreno.
El delincuente González residía en la vecina localidad de La Reja y tenía antecedentes penales por delitos contra la propiedad y las personas, mientras que el auto había sido robado el domingo.
Los peritos que trabajaron en la vivienda asaltada determinaron que el cuerpo de González quedó tendido boca abajo y presentaba un orificio de bala en región pectoral derecha y otro en región torácica posterior izquierda.
Los pesquisas secuestraron en poder del fallecido un revólver "lechucero" cargado con cinco cartuchos y establecieron que el chaleco que llevaba no contaba con la numeración policial reglamentaria.
Además, los peritos incautaron en la vivienda una vaina calibre 9 milímetros, otra 11.25 milímetros y un plomo deformado de este último calibre.
La causa quedó a cargo del fiscal del fuero penal juvenil de Moreno, Pedro Marchetti, quien dispuso el secuestro de la pistola 9 milímetros marca Taurus del padre del chico que disparó, la cual está debidamente registrada.
Voceros judiciales indicaron que el fiscal Marchetti consideró que el adolescente actuó en su legítima defensa y para despejar cualquier duda ordenó que se levantaran muestras a los cuatro integrantes de la familia para practicar estudio de "barrido electrónico" y acreditar quien efectuó los tiros.
Los mismos informante agregaron que si bien el padre dijo que su hijo actuó como si el arma fuera de "juguete o de la PlayStation" el adolescente practicaba tiro con el hombre.
Respecto del arma, el padre dijo que su hijo sabía que estaba ahí porque él mismo se lo había dicho por cuestiones de seguridad.
Por último, el hombre pidió a las autoridades que mantengan la custodia en su casa aunque adelantó que planean mudarse con su familia a un country.
El ministro bonaerense Gustavo Ferrari remarcó que el asalto "pudo haber terminado en una tragedia" para las víctimas.