El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Casaretto, advirtió hoy
que el matrimonio gay “no es el principal problema de la Argentina” y
afirmó que los esfuerzos deben apuntar a solucionar la situación de “cientos de
miles de jóvenes que no estudian ni trabajan” o la pobreza, que está “en un
estado latente grande”.
Asimismo, alertó que frente a las “muertes en México por la cuestión del
narcotráfico”, los obispos “no escuchan hablar mucho de cuáles son los modos que
tendríamos los argentinos para poder enfrentar una amenaza de esa naturaleza”.
“Nosotros no estamos libres de que se vaya como consolidando en la Argentina una red
de narcotráfico fuerte”, señaló el prelado y sostuvo que justamente “estas son
las cuestiones de fondo que tenemos que encarar todos los argentinos”.
En declaraciones a radio Continental, Casaretto remarcó que “después de estar esta
'Semana social' analizando los grandes problemas” del país, la Iglesia concluyó que el
matrimonio homosexual “no es el principal problema de la Argentina, y no sólo de parte
del Gobierno, sino de los legisladores, debería haber una priorización de cuál es la
problemática argentina”.
Tras ratificar la posición de la Iglesia contraria al matrimonio en personas del mismo
sexo, el obispo de San Isidro aclaró que “eso no quiere decir que no se
encuentren formas legales para proteger los derechos” de ese grupo.
Sin embargo, insistió en que “si uno se pone a pensar en cuáles son los grandes
problemas no creo con toda sinceridad que éste sea uno de los grandes problemas de la
Argentina y que pueda ser tratado oportunamente una vez que hayamos encarado una agenda
donde las prioridades estén claras”.
El prelado destacó que en el reciente encuentro religioso que se desarrolló en Mar del
Plata “justamente hablamos de la enorme cantidad de jóvenes que ni estudian ni
trabajan, que es como la máxima hipoteca social de la Argentina”.
“Son varios cientos de miles de jóvenes que no estudian ni trabajan”, reiteró
y alertó que “si uno piensa en un solo joven” en esa situación, “se lo
imagina en una esquina, fumando, pensando en cómo sobrevivir, quizás en temas de cómo asaltar
a otros, y eso es lo que creemos que hay que encarar”.
Asimismo, dijo que en esta semana social “apareció muy clara” la necesidad de
avanzar en la erradicación de la pobreza y la exclusión y se manifestó convencido de que
“esto no puede ser una utopía si nos ponemos a trabajar en serio”.
Ante una pregunta, el religioso sostuvo que en la Argentina, la pobreza está en “un
estado latente grande”.
“Es muy difícil decir está creciendo, está disminuyendo: está y esta es la amenaza
más importante y es el desafío más importante de los argentinos”, subrayó.
Añadió que los “obispos, en 2008, dijimos que el Bicentenario debe ser hacia la
justicia y la solidaridad y, por lo tanto, la pobreza tiene que ser el más grande de los
desafíos de los argentinos”.
Respecto del debate instalado en el país sobre la boda homosexual, Casaretto insistió en
que las necesidades sociales “son cuestiones que hacen a la problemática de miles de
personas” y señaló que, “independientemente de que alguna otra vez pueda tratarse
en la agenda este otro tema del matrimonio gay, nos parece que esta otra problemática
es prioritaria respecto de lo que son las necesidades de la Argentina”. (DyN)