Resistencia - El bajo caudal de precipitaciones registrado desde
diciembre de 2008 a la fecha vuelve a complicar la situación hídrica del Chaco, Que el año
pasado ya sufrió pérdidas por más de 650 millones de pesos, incluyendo la muerte de más
de 87 mil cabezas de ganado.
“Este es el séptimo año consecutivo de sequía, debido a que en el verano pasado hubo
un déficit muy grande de lluvias y desde abril a la fecha las precipitaciones fueron muy
escasas”, comentó a DyN la presidente de la Administración Provincial del Agua
(APA), María Cristina Magnano.
Según la funcionaria provincial, la falta de precipitaciones imposibilitó que “se
recarguen los acuíferos” y en contrapartida “bajaron las napas”, mientras
que “la poca agua que queda entró en un proceso de salinización”.
Aunque las autoridades aseguran que la sequía afecta a “toda la provincia”, la
situación es más crítica en la zona oeste, siendo localidades como Los Frentones, Pampa del
Infierno y Concepción del Bermejo las más afectadas.
Magnano aseguró que a la casi habitual escasez hídrica que sufre esta provincia
“este año se han sumado situaciones extrañas como el corrimiento de las isohietas al
oeste y las precipitaciones excepcionales que se registraron durante el verano en la zona
del Impenetrable, siendo que en el medio quedó una franja que padece la
sequía”.
“Otra situación extraña -prosiguió la funcionaria- es que en algunos lugares como
Las Garcitas sólo llovió cuatro milímetros en lo que va del año, y en consecuencia no se
pudieron recargar las lagunas de donde captan el agua, y es así que deben ir a buscar
agua a una fuente que está a 18 kilómetros de la localidad”.
Este desplazamiento de las isohietas “repercute en la zona eminentemente agrícola de
la provincia”, donde actividades como la ganadería, la soja, el maíz y el girasol
vieron notablemente reducidos sus rindes.
“Pero gracias a que durante la sequía del año pasado los productores de la zona
sudoeste realizaron varios reservorios, este año puede contar con algo de provisión e incluso
asistir a poblaciones vecinas como Gancedo y Charata”, señaló la titular del APA.
Sin embrago, Magnano no titubeó en decir que “el panorama será nefasto hasta
diciembre” debido a los pronósticos climáticos poco alentadores y al “enorme
déficit de obras hídricas” en la provincia.
Ante este panorama, ayer comenzó la construcción del acueducto Villa Angela-Coronel Du
Graty-Santa Sylvina, una obra presupuestada en 47 millones de pesos, que estará concluida en
12 meses y beneficiará a más de 35 mil habitantes de estas tres localidades.
“Actualmente también se está trabajando en una traza desde Colonia Benítez a
Margarita Belén y hay otras cuatro obras en carpeta”, señaló Magnano y adelantó que
“el próximo 17 de junio se hará el llamado a licitación para la construcción de un
acueducto que tomará agua del río Paraná para llegar hasta la ciudad de Sáenz Peña y de
ahí bifurcarse hacia el oeste”.
El gobernador Jorge Capitanich señaló que el llamado a licitación de esta obra valuada en
265 millones de dólares se realizará en la ciudad de Charata y redundará en beneficios para
“26 localidades integradas al sistema”.
En paralelo, el gobierno chaqueño ultima detalles para la salida de un “tren
aguatero” de 209 vagones que “llevará agua potable por la traza
Barranqueras-Santiago del Estero, pasando por localidades como Sáenz Peña, Concepción del
Bermejo y Pampa del Infierno, entre otras”.
“Necesitamos mucha lluvia porque, por ejemplo, en la localidad de Juan José
Castelli, que tuvo una crisis similar en 2004-05, se ha comenzado a racionalizar nuevamente
el uso del agua potable”, advirtió la funcionaria.