La búsqueda del submarino ARA "San Juan", desaparecido en noviembre con 44 tripulantes a bordo, fue reiniciada por un buque noruego equipado con cinco vehículos submarinos autónomos (AUV), informaron ayer fuentes oficiales.
La búsqueda del submarino ARA "San Juan", desaparecido en noviembre con 44 tripulantes a bordo, fue reiniciada por un buque noruego equipado con cinco vehículos submarinos autónomos (AUV), informaron ayer fuentes oficiales.
El operativo comenzó este domingo y se encuentra a cargo de la empresa estadounidense Ocean Infinity, que por contrato dispondrá de 120 días para la búsqueda y únicamente cobrará 7,5 millones de dólares si el buque "Seabed Constructor" halla la nave.
Las autoridades a cargo de la búsqueda determinaron tres áreas en el Atlántico Sur para revisar el fondo marino con cinco AUV, aunque este lunes sólo tres se encontraban operativos, explicó el portavoz de la Armada argentina, capitán Enrique Balbi.
Uno de los AUV sufrió un desperfecto técnico y debió ser reparado, en tanto que el quinto todavía no fue lanzado al mar.
Los AUV pueden descender hasta 6 mil metros y están programados para hacer un "relevamiento minucioso del perfil del fondo marino con sonares acústicos y magnetófonos de alta tecnología", explicó Balbi. "En tres días estiman (quienes están a cargo de la búsqueda) que pueden tener un indicio" del operativo, agregó el portavoz. Los AUV recorrerán tres áreas que fueron determinadas, con diferentes probabilidades de éxito, a partir de la información proporcionada por la Armada argentina y otras fuentes que relevó la empresa Ocean Infinity.
Las zonas coinciden con las revisadas en su momento sin éxito por la Armada argentina y de otros cinco países que participaron de la búsqueda en los primeros meses posteriores a la desaparición del sumergible. Por el momento las condiciones climáticas son "muy buenas" para operar en el Atlántico Sur, indicó la Armada.
El ARA "San Juan" emitió su última comunicación el 15 de noviembre de 2017 después de reportar un incendio en el área de baterías por el ingreso de agua de mar mientras navegaba desde la austral ciudad de Ushuaia rumbo a su base en el puerto bonaerense de Mar del Plata. Horas después de esa comunicación se detectó un ruido similar al de una explosión cerca del último punto donde había sido localizado en el océano Atlántico, a poco más de 400 kilómetros de la costa argentina, frente al patagónico Golfo San Jorge. El submarino fue buscado intensamente por una enorme flota internacional de buques y aviones, pero sin éxito. Tras suspender la búsqueda durante varios meses, el gobierno argentino contrató a la firma Ocean Infinity para que encuentre a la nave.