Buenos Aires.- La Cámara de Senadores inició el estudio de un proyecto de ley para facilitar el otorgamiento de la nacionalidad argentina a la segunda generación de descendientes de connacionales nacidos en el extranjero.
Buenos Aires.- La Cámara de Senadores inició el estudio de un proyecto de ley para facilitar el otorgamiento de la nacionalidad argentina a la segunda generación de descendientes de connacionales nacidos en el extranjero.
En la norma que se impulsa, se establece que el modo de adquirir la nacionalidad por opción no esté sólo limitado a los hijos de argentinos o argentinas nativos -sin discriminar el sexo del progenitor- sino a los descendientes de éstos.
El texto expresamente prevé que la nacionalidad por opción puede adquirirse por la condición de hijo de argentino/a nativa o por opción, por lo que un descendiente de argentino que hubiese adquirido la nacionalidad ejercitando el derecho de la opción, también puede transmitir dicha nacionalidad a sus descendientes.
El expediente, cuya autoría le pertenece al justicialista chubutense Marcelo Guinle, está a estudio en la Comisión de Asuntos Constitucionales.
En los fundamentos de la medida se deja establecida “la nueva realidad” que presenta la Argentina, “en la que cientos de miles de argentinos se han radicado en otros países, y ya tienen descendencia nacida en el extranjero”.
Según su autor, “ante la posibilidad que brinda” la Constitución reformada en 1994, la iniciativa legislativa “propugna atribuir la nacionalidad por descendencia no limitada exclusivamente a los hijos de argentinos nativos, vale decir que no esté limitada a la primera generación”.
“Tal criterio se fundamenta en que la manda constitucional de legislar en beneficio de la nacionalidad argentina, hace que sea posible perfeccionar los mecanismos para posibilitar la reinserción nacional de los descendientes de argentinos nacidos en el extranjero que han emigrado”, establece Guinle en los fundamentos del proyecto.
Según la iniciativa, “el derecho positivo debe otorgarles” a los descendientes “la posibilidad de mantener la vinculación más importante entre una persona y un Estado, que es la nacionalidad, manteniendo viva la pertenencia a la comunidad nacional de tales descendientes de argentinos”.
La futura norma también considera que “la nacionalidad es un derecho humano básico y esencial por el que una persona pertenece a una comunidad determinada”.
Los fundamentos del proyecto mencionan que cada país ampara al individuo en el marco de las relaciones internas e internacionales al establecer a través de su nacionalidad su vinculación con un Estado determinado; e impide la privación de su nacionalidad en forma arbitraria, por lo que su regulación en beneficio de la República Argentina y de su comunidad resulta un imperativo.
Si bien no hay cifras oficiales, desde el Ministerio del Exterior se presume que el número de argentinos fuera del país se acerca al millón y medio de personas, en su mayoría residentes de los Estados Unidos, España, Italia, Israel y países limítrofes.
No obstante, algunos organismos como la Fundación Argentinos en el Exterior estima que el número de conciudadanos que residen fuera del país se acerca a los tres millones.
La única estimación más o menos certera es la que se obtuvo en las elecciones nacionales de 2007, y fue determinada por la Cámara Nacional Electoral que registró en el exterior a unos 200 mil votantes. (Télam)
Por Claudio González