Cientos de empleados de Google alrededor del mundo abandonaron sus puestos de trabajo brevemente en protesta por el trato indulgente que dio al creador de Android, Andy Rubin, acusado de acoso sexual, y a otros ejecutivos. Google recordó que ha despedido por motivos similares a 13 gerentes y apoyó la protesta de sus empleados.
Los empleados salieron a las calles en Tokio, Singapur, Londres, Nueva York y ciudades de California. Se trata de la acciónmás reciente del movimiento #MeToo de parte de mujeres que luchan contra "actitudes negativas de plantillas que, afirman están compuestas mayoritariamente por hombres. Esto sucedería incluso en la avanzada industria de Silicon Valley.
En Dublín, se utilizaron megáfonos para expresar apoyo a las víctimas de acoso sexual. Otros empleados se reunieron en salas de conferencia o recepciones, para mostrar su solidaridad con las víctimas de abuso sexual.
Los manifestantes en Nueva York llevaban pancartas con los mensajes "No está OK Google" y "Don't be evil" ("no seas malo"), este último una referencia mordaz al lema que Google utilizó alguna vez.
En Buenos Aires también se manifestaron tanto hombres como mujeres, en lo que fuentes de Google calificaron como una "protesta tranquila" en la sede del barrio de Puerto Madero.
Las empleadas de Google publicaron una lista de cinco demandas, entre las que figuran eliminar la desigualdad de los sueldos en función del género así como una mayor transparencia sobre el acoso sexual.
Escándalo
La idea de la protesta surgió una semana después de que se conociera que Google indemnizó con 90 millones de dólares al creador de Android, Andy Rubin, y ocultó que su salida de la empresa había seguido a una denuncia por acoso sexual.
La indemnización fue pagada en 2014 y ciertos detalles se supieron recientemente por el diario The New York Times. Este reveló que Google aceptó pagarle la indemnización a Rubin pese a que había concluido que las denuncias en su contra eran creíbles. Es decir, que Rubin habría efectivamente acosado a empleados.
Rubin calificó el artículo del Times de inexacto y negó las acusaciones en Twitter con una serie de posteos.
Según el Times, las denuncias por abuso también salpican a otros ejecutivos de Alphabet (la compañía matriz de Google) como Richard DeVaul, un director de X, el laboratorio que creó proyectos innovadores como los coches autónomos o los globos que transmiten Internet.
DeVaul permaneció en la empresa después de que surgieran acusaciones contra él hace algunos años, hasta que el martes pasado se alejó de la firma sin ser indemnizado.
El CEO de Google, Sundar Pichai, aseguró en un comunicado que la empresa había tomado una "línea dura" con las acusaciones que llevó a despedir a 48 personas, incluidos 13 gerentes principales. "Estamos al tanto de las actividades planificadas para el día de hoy y los googlers cuentan con todo nuestro apoyo para participar de las mismas. Los empleados han planteado ideas constructivas sobre cómo podemos mejorar nuestras políticas y nuestros procesos en el futuro. Estamos tomando todos sus comentarios para poder transformar estas ideas en acciones", aseguró.
Los organizadores de la protesta reclamaron a Alphabet que incorpore a un representante de los empleados en la junta directiva y comparta internamente datos sobre equidad de pago. También exigieron cambios en el área de recursos humanos para mejorar el proceso de reclamos por acoso.
Las protestas tuvieron una buena convocatoria frente a las oficinas de Google en la ciudad suiza de Zurich. También hubo manifestaciones similares en Berlín y en la ciudad israelí de Haifa. "No he sido víctima de acoso, pero si solo una persona lo ha sido, es importante para nosotros, para mí, demostrar nuestra solidaridad", dijo Kate, una de las trabajadoras que organizó la protesta en Dublín, donde Google emplea a 7.000 personas y tiene su instalación más grande fuera de Estados Unidos.
La breve huelga refleja las dudas de al menos una parte de los 94.000 empleados en Google y su matriz Alphabet de que la compañía cumple su máxima en el código de conducta corporativo: "Haz lo correcto".
Los organizadores de la protesta dijeron que Google, que proclama públicamente la diversidad e inclusión, no ha hecho lo suficiente en este terreno. En un comunicado, los manifestantes exigieron poner fin al "arbitraje forzado" en casos de acoso y discriminación, una práctica que obliga a las personas agraviadas a renunciar a su derecho a demandar y que a menudo incluye acuerdos de confidencialidad.
También quieren que Google ponga fin a la desigualdad salarial, emita un informe sobre acoso sexual interno y adopte un proceso más claro para las denuncias.
El CEO y director general Pichai se disculpó por las "acciones pasadas" de la empresa en un correo electrónico enviado a los empleados. "Comprendo el enojo y frustración que puedan sentir", escribió Pichai. "También lo siento y estoy totalmente comprometido para avanzar en un tema que ha persistido demasiado tiempo en nuestra sociedad... y sí, también aquí en Google", admitió. Ahora, los empleados estarán atentos a ver que estas promesas se cumplan.