Piden seguir con la acción solidaria en cancha de River
Familias y personas solas permanecieron ayer en las afueras del estadio de River Plate, en el barrio porteño de Nuñez, en busca de ropa de abrigo y frazadas, a raíz de una iniciativa de Red Solidaria que recolectó dos camiones con donaciones en el lugar, donde además pasaron la noche un centenar de personas en situación de calle.
5 de julio 2019 · 00:00hs
Familias y personas solas permanecieron ayer en las afueras del estadio de River Plate, en el barrio porteño de Nuñez, en busca de ropa de abrigo y frazadas, a raíz de una iniciativa de Red Solidaria que recolectó dos camiones con donaciones en el lugar, donde además pasaron la noche un centenar de personas en situación de calle.
"Tengo unas remeras y frazadas pero me faltaron zapatillas", contó a Télam Jonathan, de 18 años, un joven en situación de calle que logró conseguir algo de la recaudado desde ayer por la iniciativa solidaria, antes de que se cerraran las puertas cerca de las ocho.
El joven, que asiste al parador de Retiro para comer y dormir, dijo que llegó hace un mes de Mar del Plata tras el fallecimiento de sus dos padres, porque, según relató, cortó vinculo con sus otros parientes y se sentía solo.
Hasta abril pasado, se habían registrado 1.146 personas en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires, según la dirección de estadísticas del Gobierno porteño,
Cerca de las 11, familias y personas solas reclamaban la apertura del lugar, que había abierto sus puertas durante la noche a 103 personas que también desayunaron ayer en el lugar.
Una pareja con tres niños de 1, 2 y 5 años y una adolescente que habían pasado la noche dentro del estadio de River, en Avenida Presidente Figueroa Alcorta 7597, insistían con que se volvieran a abrir las puertas, cuando la temperatura rozaba los 7 grados y la sensación térmica los 3,5.
"En los paradores no aceptan familias y nos quieren separar, por eso alquilamos cuando podemos y el resto de los días estamos en la calle, necesito un lugar donde vivir. No podemos más así", contó Néstor Galván, de 41 años, rodeado de sus niños con un changuito con frazadas y bolsas de abrigo.
El hombre, que vive de la venta ambulante agradeció haber podido dormir y desayunar en River, mientras a su lado, su mujer, Florencia Benavídez, solicitaba de forma urgente pañales.
"Con mi familia no me hablo hace un año porque mi papá toco a mi hija de 5 años y a partir de ahí nos fuimos", señaló Florencia, de 22 años, quien agregó que le es imposible escolarizarlos porque "dan vueltas" por los barrios de Constitución y San Telmo sin un hogar fijo. "Estamos desde las 8 y no volvieron a abrir todavía", se quejó.