Un joven de 21 años fue condenado ayer a prisión perpetua por asesinar de un tiro en la cabeza a su pareja de 16 años y embarazada de cuatro meses, en marzo de 2017, en la ciudad puntana de Villa Mercedes, informaron fuentes judiciales.
Un joven de 21 años fue condenado ayer a prisión perpetua por asesinar de un tiro en la cabeza a su pareja de 16 años y embarazada de cuatro meses, en marzo de 2017, en la ciudad puntana de Villa Mercedes, informaron fuentes judiciales.
La condena recayó en Kevin Samuel Avallay, quien fue hallado culpable del "homicidio calificado" de Tamara Aylén Olguín, cometido el 21 de marzo de 2017.
La Cámara Penal 1 de esa ciudad de la provincia de San Luis consideró que el joven cometió un "homicidio calificado por mediar o mantener una relación de pareja y aborto preterintencional en concurso ideal", a pesar de que el fiscal de Cámara Néstor Lucero y el abogado de la familia de la víctima, Flavio Avila, solicitaron una condena por femicidio.
Antes de la condena, Avallay pidió perdón a la familia "de esa chica" ante el tribunal conformado por los jueces Sebastián Cadelago Filippi, Virna Milena Eguinoa y Hernán Herrera.
Durante el proceso, Avallay les dijo a los jueces que era consciente de haber matado a la joven, pero insistió en que se trató de un accidente, por lo que su abogado, Pascual Celdrán, pidió una condena por el delito de homicidio culposo.
Tamara Olguín fue baleada en una casa de la calle Comandante Videla al 1600, del barrio Kilómetro 4, en la zona oeste de la ciudad de Villa Mercedes, a unos 100 kilómetros de la capital provincial.
El hecho ocurrió cuando la adolescente concurrió a la casa donde vivía el joven junto a su padre, donde recibió un disparo en la cabeza,
Un vecino fue quien alertó a la policía al escuchar un disparo y, cuando los efectivos llegaron al lugar, Olguín estaba herida de un tiro a la altura de la sien, que le provocó la muerte horas después.
El joven quedó inmediatamente detenido a disposición del Juzgado del Crimen 2 de esa 2da. Circunscripción Judicial. En el lugar del hecho, la policía secuestró un revólver calibre 32 que, según el acusado, se disparó "accidentalmente" cuando "estaban jugando".
No obstante, allegados a la víctima confirmaron episodios de maltrato a los que el condenado sometía a su pareja, quien estaba envuelta en una relación violenta que, incluso, la llevó a pedirle perdón en su último posteo de Facebook "por no ser la chica" que él esperaba.