La Cámara Laboral condenó a una empresa multinacional a indemnizar con más de 67 mil pesos a un trabajador que padecía “esclerosis múltiple” y, pese a ello, fue despedido después de una larga sucesión de cambio de funciones y vacaciones forzadas.
La Cámara Laboral condenó a una empresa multinacional a indemnizar con más de 67 mil pesos a un trabajador que padecía “esclerosis múltiple” y, pese a ello, fue despedido después de una larga sucesión de cambio de funciones y vacaciones forzadas.
Para la Sala Quinta de la Cámara, integrada por los jueces María García Margalejo y Oscar Zas, “el despido dispuesto por la empleadora (Nestlé Argentina) resultó injustificado” e implicó, además, una afectación a ”la dignidad del trabajador en atención especialmente a su particular estado de salud”.
El trabajador comunicó a la empresa en enero de 2003 el diagnóstico de “esclerosis múltiple definitiva”, y ”reseñó los acontecimientos sucedidos desde que la empresa se anotició de su estado de salud que culminaron, en una primera etapa, en la modificación de sus condiciones laborales (lugar de trabajo, tareas constitutivas del débito laboral y jornada) y que según sostiene, configuraron un acto ilícito discriminatorio”.
Poco después, al regresar de sus vacaciones, le fue impedido el reingreso a la empresa so pretexto de una auditoría en el sector en el que trabajaba, por lo que le fue concedida una nueva licencia con goce de sueldo, que el empleado no aceptó.
La empresa reaccionó despidiéndolo: “siendo completamente falsas, carentes de todo sustento y severamente agraviantes sus genéricas agresiones, entendemos grave e insalvablemente lesionada por ud. la relación, que no sólo no ha estado teñida de discriminación, sino por el contrario de absoluta tolerancia”, rezaba el telegrama de cesantía.
Para los camaristas, “es claro que la demandada adoptó -en relación al actor específicamente y sin que esté acreditado que lo haya sido en el marco de reformas generales en la organización empresaria- una conducta susceptible de haber afectado la dignidad del trabajador en atención especialmente a su particular estado de salud”.
“El trabajador pudo razonablemente pedir explicaciones y oponerse a las medidas empresariales adoptadas sin que ello implique en modo alguno abuso del derecho, tal como pretende introducir la recurrente en el memorial recursivo”, añadieron.
Nestlé deberá pagarle al trabajador despedido 67.385,75 pesos más intereses, según establece el fallo. (DyN)