Un total de 91 presos se fugaron ayer por un túnel de una cárcel del estado Rio Grande do Norte en Brasil, según informaron ayer la autoridades del país sudamericano.
Un total de 91 presos se fugaron ayer por un túnel de una cárcel del estado Rio Grande do Norte en Brasil, según informaron ayer la autoridades del país sudamericano.
Nueve de los 91 reclusos huidos pudieron ser recapturados, señaló el portal Globo.
"La fuga de la penitenciaría de la localidad de Parnamirim, en la periferia de la ciudad de Natal, en el norte de Brasil, ocurrió en la madrugada a través de un túnel de unos 30 metros de extensión. La cárcel estaba superpoblada", agregó Globo.
Los presos se escaparon de la cárcel Estadual de Parnamirim, en la región metropolitana de Natal. Además, usaron varios vehículos durante la fuga, según la Secretaría de Justicia y de Ciudadanía (Sejuc).
La policía capturó al menos a nueve presos y continúa trabajando para atrapar al resto de fugitivos. Según las primeras informaciones, pertenecen a un grupo criminal.
En tanto, fuentes oficiales del gobierno informaron que 14 presos huyeron por un túnel de la Penitenciaría estatal de Parnamirin en la madrugada del 7 de enero último.
Las autoridades reportaron que las labores de búsqueda presentaron dificultades por la cercanía de la cárcel con una zona boscosa que impide la rápida localización desde el aire de los reos fugados, quienes escaparon del interior de la prisión por un túnel.
Según la Secretaría de Justicia y Ciudadanía del estado, la cárcel de Parnamirim presenta condiciones de hacinamiento, un problema crónico en muchas de las prisiones del país. Parnamirim albergaba a un total de 98 internos, pese a que tiene capacidad para 60. Esa fue la segunda fuga desde que comenzó el año que se da en instalaciones penitenciarias de Río Grande do Norte luego de que cinco personas escaparan el 3 de enero pasado de un Centro de Detención Provisional en la zona norte de Natal, aunque posteriormente todos fueron capturados, según las autoridades.
Desde inicios del año, Brasil reporta una crisis en su sistema penitenciario al registrarse la muerte de cerca de 130 presos en varias cárceles del país. El caso más sangriento fue el de una cárcel en la ciudad de Manaos, donde una reyerta entre dos bandas criminales rivales dejó 56 fallecidos entre el 1º y el 2 de enero.
Asimismo, 31 personas fueron asesinadas el día anterior en una cárcel del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela y Guyana.
Brasil, el país con la cuarta población carcelaria más grande del mundo, tiene desde hace años serios problemas de hacinamiento y de descontrol en sus prisiones.
A comienzos de año murieron 130 personas en una serie de violentos motines y reyertas dentro de las cárceles, atribuídas a ajustes de cuentas entre grupos criminales.
Varias bandas tienen un amplio control del sistema penintenciario brasileño, en el que conviven más de 659 mil presos en espacios con capacidad para 393.953 personas.
Canibalismo
"Bajo la mirada de los guardias, un miembro de una banda asó partes del cadáver de un pandillero rival y se comió la carne", según Batista.
"El nivel de violencia y las horrendas matanzas de enero son algo atípico y podrían marcar el inicio de una guerra nacional entre bandas por el control del sistema carcelario", según Benjamin Lessing, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago, que estudia a las bandas de delincuentes de América latina. El Primer Comando de la Capital, la banda delictiva más grande del país, se está peleando con otras organizaciones en su afán por ampliar su control más allá de su base de Sao Paulo. En Alcazuz, el PCC libra una guerra con el Sindicato del Crimen.