Catorce personas —cinco mujeres, ocho hombres y un bebe— fueron asesinadas en un ataque que un grupo armado perpetró en Minatitlán, un municipio en el sur del Estado mexicano de Veracruz. Los hechos parecen vinculados con enfrentamientos entre bandas de narcos de la zona.
La nueva matanza ocurrió a las nueve de la noche en una región petrolera duramente golpeada por la delincuencia organizada. Los testigos de los hechos señalaron a la prensa local que unos hombres armados entraron en una fiesta privada que se llevaba a cabo en la palapa (restaurante) La Potra, ubicada en la colonia Obrera de la cabecera municipal. La información oficial cuenta que los agresores irrumpieron en el local preguntando por un hombre conocido como El Beky y los asistentes intentaron impedirlo, por lo que fueron atacados a tiros. Hay además tres hombres y una mujer heridos, según un comunicado que han emitido las autoridades estatales.
El Beky es señalado como propietario de un bar ubicado en el municipio de Minatitlán, según ha informado la policía local. El gobierno ha desplazado al Ejército mexicano, a la Marina y a la policía estatal, quienes han montado un operativo para dar con los autores del ataque. De momento no hay ningún detenido. La ciudad de Minatitlán, donde se asienta una refinería, ha sido golpeada por la violencia en la última década y el principal delito que se comete es el de secuestro de directivos del petróleo, doctores, maestros y ganaderos. "Las fuerzas federales se encuentran desde el primer momento, en apoyo de las instancias estatales, desplegando un operativo de búsqueda y captura de los responsables", ha afirmado el gobierno en un comunicado.
En Veracruz, según los servicios de inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército mexicano, se disputan el control los carteles de Los Zetas, Cartel Jalisco-Nueva Generación y El Golfo. Un territorio clave en el tráfico de drogas, el "huachicol" o robo de combustible (la región cuenta con cuatro petroquímicas y una refinería), el tráfico de personas, el cobro ilegal a comerciantes (conocido como "derecho de piso") y el secuestro en un municipio de alta producción agropecuaria, petrolera y con uno de los puertos de carga más importantes del país.
Promesa de cambio
En diciembre de 2018 llegó al poder el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, el partido en el gobierno federal, con la promesa de disminuir en un periodo de dos años los altos niveles de violencia. Una de las primeras acciones para pacificar el Estado de Veracruz fue el reconocimiento de miles de desaparecidos, se calculan unos 5.000, y la búsqueda e identificación de desaparecidos en fosas clandestinas. "No habrá impunidad", ha escrito García en su cuenta de Twitter. Morena es el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó en diciembre pasado con grandes promesas de cambio en todos los órdenes, incluido el de la violencia endémica que castiga a México casi como a ningún otro país latinoamericano, excepción hecha de los centro americanos.
En el estado de Veracruz, y solo en los últimos ocho años, se han contabilizado de manera oficial al menos 601 fosas clandestinas en territorio veracruzano, con 518 cuerpos, 560 cráneos y 53.606 fragmentos de cuerpos de personas, hombres, mujeres y niños. Entre esas fosas se encuentra la conocida como "Colinas de Santa Fe" del puerto de Veracruz, donde fueron localizados 298 cuerpos de personas sepultadas de manera ilegal. Se trata de víctimas sepultadas por sus asesinos.
escenario. El frente del modesto local donde ocurrió la matanza.
Veracruz tiene riqueza petrolera y agropecuaria y un gran puerto. Pero la violencia de los cárteles está asolando al Estado