"El sexo es sucio sólo si se hace bien", afirmó Woody Allen y la sentencia se convirtió en una verdad revelada para los amantes del cienasta neoyorquino. Ahora, además, tiene su comprobación científica.
"El sexo es sucio sólo si se hace bien", afirmó Woody Allen y la sentencia se convirtió en una verdad revelada para los amantes del cienasta neoyorquino. Ahora, además, tiene su comprobación científica.
Una investigación realizada por la Universidad de Granada y la Universidad Complutense, informó que si se dividen las fantasías sexuales en agradables (placenteras) y desagradables (no placenteras), las mujeres prefieren las segundas.
Una de las fantasías más comunes entre mujeres tiene que ver con los encuentros homosexuales, esto quiere decir que a las chicas no les desagrada tanto la idea de tener sexo con otra mujer. Es más, si se les presenta la oportunidad lo harían gozosas.
Para llegar a estos resultados se entrevistaron a 2.500 personas de ambos sexos de entre 18 y 73 años. El estudio señaló la importancia de tener fantasías para favorecer el deseo y la excitación sexual.
Los científicos obtuvieron la información a través de una encuesta recogida de modo incidental. Los resultados obtenidos indican que casi el cien por cien de hombres y mujeres ha experimentado alguna fantasía sexual de modo placentero y agradable a lo largo de su vida, y alrededor del 80 por ciento de la muestra encuestada informa haber experimentado, al menos, una fantasía sexual de forma negativa o desagradable en algún momento.
Sin embargo, existen diferencias cuando se compara la frecuencia con que se tienen determinadas fantasías en ambos sexos.
En concreto, los científicos observaron que las mujeres experimentan de modo agradable, con mayor frecuencia que los hombres, fantasías de tipo íntimo y romántico, teniendo estos pensamientos aproximadamente algunas veces al mes.
No obstante, los hombres piensan con mayor frecuencia que ellas en actividades exploratorias, relacionadas con sexo en grupo o búsqueda de nuevas sensaciones, como 'ser promiscuo", 'intercambio de parejas' o 'participar en una orgía'.
Los hombres, sin embargo, tienen el pensamiento de participar en actividades homosexuales con una connotación negativa de modo más frecuente que las mujeres, experimentándose alguna vez en la vida.
Los autores de este trabajo son los investigadores Nieves Moyano Muñoz y Juan Carlos Sierra Freire, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, quienes han realizado el primer trabajo que aborda la evaluación de las fantasías sexuales como pensamientos positivos y negativos.