La Real Academia Española (RAE) volvió a expresar su rechazo al lenguaje inclusivo. Esta vez lo hizo en el capítulo que abre su primer manual de estilo del idioma español.
La Real Academia Española (RAE) volvió a expresar su rechazo al lenguaje inclusivo. Esta vez lo hizo en el capítulo que abre su primer manual de estilo del idioma español.
En las primeras páginas de su "Libro de Estilo de la lengua española", la entidad que se arroga la tarea de velar por la lengua castellana considera innecesarias las variables que se han desarrollado en Hispanoamérica para incluir el género masculino y femenino en su formulación. "Todos y todas", "todes", "todxs" o "tod@s" son construcciones que la Real Academia rechaza. Es que la institución considera que el género masculino de las palabras, "por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos".
La opinión que la Academia tiene sobre el lenguaje inclusivo se incluyó en su manual de estilo porque ese volumen, editado junto a Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), pretende funcionar como guía ante interrogantes idiomáticos que han surgido en los últimos años y que han llegado a despertar alguna polémica.
Este rechazo llega algunas semanas antes de que la Academia deba expedirse con un informe sobre la posible modificación del texto de la Constitución española que encargó la vicepresidenta de Gobierno de ese país con el objetivo de que esa Carta Magna reflejara mayor paridad entre hombres y mujeres.
"El problema es confundir la gramática con el machismo", dijo Darío Villanueva, director de la RAE. Es la postura que la Academia vuelve a tomar en su manual de estilo.
El Libro de Estilo atiende otras dudas frecuentes de los hispanohablantes: ¿Se puede decir Guasap? ¿Hay que poner punto detrás de un emoji? ¿Cuál es la expresión correcta: yutubero o youtuber?
La RAE admite el uso de abreviaturas como "tqm" (te quiero mucho) y "salu2" (saludos), al tiempo que recomienda el término "yutubero" en vez de youtuber, además de "guasap" (por WhatsApp) y "tuit".
En contextos informales, incluidas las redes sociales, la entidad permite alargar las vocales en expresiones como "muchas felicidadeeeees" y omitir sonidos como "ven p'acá". No obstante, siempre recomienda seguir acentuando las palabras en los hashtags y utilizar los puntos incluso cuando se recurra a los emojis y emoticones.
Por otra parte, la omisión del signo de apertura de interrogación y exclamación "se puede considerar válida", aunque se aconseja en general mantenerlos.
A pesar de la posición institucional, el lenguaje inclusivo ha ganado espacio en distintos ámbitos. En Latinoamérica, la cadena televisiva Fox Premium estrenó en octubre la serie "Pose", pionera en tener subtítulos con lenguaje inclusivo, tanto en castellano como en portugués. "Les chiques" se lee, por ejemplo, en las letritas blancas que acompañan los diálogos de sus personajes.
Es que, aunque de forma incipiente, el lenguaje inclusivo empieza a expandirse en Argentina, especialmente entre adolescentes que lo usan en su habla cotidiana, tanto oral como escrita. Un ejemplo que cobró notoriedad fueron las palabras de Natalia Mira, del Centro de Estudiantes del colegio Carlos Pellegrini de Buenos Aires, que en junio, dos días antes de que la Cámara Baja votara a favor de la legalización del aborto, instó a "les diputades indecises" a pronunciarse positivamente.
El manual hace recomendaciones tales como escribir "pirata informático" en vez de "hacker". O, en todo caso, apelar a la castellanización y tipear "jáquer". Algo parecido ocurre con el dispositivo de almacenamiento "pen drive": la RAE invita a escribir "memoria USB" o "lápiz de memoria". Son expresiones que, al menos en Argentina, resultan muy ajenas al habla cotidiana. Pero como en el caso del lenguaje inclusivo, la RAE se aferra a sus convicciones.
"El problema es
confundir la gramática con el machismo", dijo Darío Villanueva, director de la RAE