Puede que Pablo Picasso sea más conocido por sus períodos Azul y Rosa y por el Cubismo, pero el artista español también usó el blanco y negro en sus trabajos, muchos de los cuales integran una nueva muestra que se inauguró ayer en el Museo Guggenheim de Nueva York.
“Picasso Blanco y Negro”, que se expone hasta el 23 de enero e incluye 118 pinturas, esculturas y trabajos en papel desde 1904 hasta 1971, se centra en la exploración de Picasso del uso del blanco y el negro.
“Esta es la primera exposición que examina su uso continuo de la paleta en blanco y negro a lo largo de su carrera, por consiguiente creemos que es una exposición pionera”, dijo Richard Armstrong, director de la Fundación Solomon R. Guggenheim y del museo.
“Pensamos que esto ofrece nuevas perspectivas sobre su carácter creativo”, agregó.
Desde “La planchadora”, un austero y sombrío óleo sobre lienzo de 1904 que representa a una mujer angulosa planchando, hasta “El beso”, un trabajo en gris oscuro y negro que se completó décadas más tarde, la exposición se muestra en orden cronológico en las rampas curvadas del museo.
Incluye trabajos que nunca antes han sido vistos en público y más de 30 estarán en Estados Unidos por primera vez.
Carmen Giménez, la comisaria de la exposición, dijo que el uso mínimo del color en estos trabajos de Picasso centraba su atención en la línea, la forma, los trazos y los tonos, lo que es evidente en “La cocina”, un pintura de 1948 con ángulos, círculos, curvas y variedad de tonalidades de gris.
“Su interés está en el dibujo y en la línea”, explicó en una entrevista.
Incluso en sus períodos Azul y Rosa, Giménez dijo que el blanco, el negro y el gris fueron un tema recurrente. La falta de color, agregó, permitía a Picasso manejar cuadros complicados como su obra maestra en blanco y negro “El taller del sombrerero”, que está de préstamo para la exposición procedente del Centro Pompidou en París.