Moria Casán quedó en libertad ayer tras haber sido demorada anteayer en la ciudad de Asunción, sospechada por el destino de unas joyas que le habían sido entregadas para lucir en un show, en tanto la Justicia ordenó la detención de su amigo y socio Luciano Garbellano.
La vedette había participado el viernes último en el Centro de Convenciones de la Conmebol, organizado en la capital paraguaya, al presentar su espectáculo Moria Fashion Show y aseguró haber recibido mil dólares por lucir esas joyas.
Ayer, a la salida del Ministerio Público, Moria aseguró que "está todo bien y la fiscal me dio la libertad. A mí no me afecta nada. El que nada debe, nada teme. Soy una mujer honesta".
"Terminé de trabajar, puse mis joyas en una caja, empezó a entrar gente que me vino a saludar y las cosas desaparecieron", comentó a propósito de lo ocurrido durante el show.
Sin embargo no se trata de un caso cerrado, sino de uno que se inicia, ya que la jueza de instrucción María Celeste Campos Ros ordenó la detención de su amigo y socio Luciano Garbellano (que vive en el Paraguay), con antecedentes de coacción y amenazas en la Argentina.
Anteayer, a punto de embarcar con rumbo a Buenos Aires, Casán vivió un incidente en el aeropuerto Silvio Pettirossi, según informaron testigos ocasionales, al serle requeridas unas joyas valuadas en 82.000 dólares que lució en un show y que no habían sido devueltas.
La denuncia fue hecha por Juan Armando Benítez, propietario de Armando Joyas, en referencia a la gargantilla y los aretes de brillantes y zafiros, que informaron no estaban asegurados y siguen sin aparecer.
Desde entonces, desde su cuenta de Twitter, la diva lanzó breves comentarios acerca del hecho al que restó importancia, y de su estancia en el ámbito policial, incluso acompañados por fotos, sin excepción con muy buen sentido del humor.
Por ejemplo: "las joyas son para adornar cuellos sin gracia! mis joyas son mi escote, mis dos lolas y mi cerebro!!!", aseguró la actriz que el mes entrante cumplirá 66 años.
También dijo que "No me gustan las joyas, no soy Isabel la Católica, me gusta la inteligencia, el sentido del humor, la nobleza, la lealtad".
Tras pasar la noche en una comisaría para mujeres y luego de su paso por el Ministerio Público para declarar ante una fiscal, Moria se marchó con rumbo a la casa de la modelo Larisa Riquelme, su amiga.
"Mi imagen no me la mancha nadie", señaló en Twitter la actriz que prepara la pieza "Tres vidas", de José María Muscari, la que coprotagoniza con su hija Sofía Gala, y agregó que "me impresiona mi fama y mi éxito y esa joya berreta me agarró alergia en el escote".
Su último mensaje dice "Agradezco nuevamente al Dr. Carmelo Martinez, al Dr. Jorge Ojeda y al Dr. Victor Gulino. A la familia de Larissa Riquelme".