Un estudio realizado entre más de 100.000 personas de 26 países diferentes confirmó que sufrir infidelidad financiera -ser engañado por dinero-, es mucho más doloroso que si la infidelidad se comete por sexo o por amor.
Según el portal de contactos Ashley Madison, la mayoría de las personas infieles se dedican al sector financiero. El 34% de los hombres y el 40% de las mujeres pasaron recibos de sus aventuras a la empresa, algo que actualmente está muy de moda entre los que ostentan el dinero y el poder.
De acuerdo a los datos aportados por el estudio, bien podría asegurarse que la infidelidad reina entre las capas altas de la sociedad. Al parecer, las personas que tienen más capacidad financiera son más infieles a sus parejas. La mayoría mantiene, además, cuentas separadas con las que poder comprar regalos para el o la amante o pagar las noches de hotel furtivas (sin contar los recibos que ya pasan a la empresa).
También podría deducirse que tener un o una amante cuesta dinero y mantenerlo aún más. Italianos y estadounidenses son aquellos que más dinero se gastan en relaciones extraconyugales. Actualmente, la falta de solvencia económica ha hecho que algunas personas se unan a otras por una mera cuestión de interés económico.
La crisis ha influido negativamente en muchos aspectos de la sociedad, pues la falta de dinero genera situaciones de estrés en el sexo. También provoca que las tensiones del día a día se traduzcan en separaciones o en la búsqueda de una persona capaz de cubrir las necesidades financieras y emocionales.