El Twilight Express Mizukaze, el no va más de los trenes de lujo que recorren Japón, echó a andar ayer con un puñado de viajeros dispuestos a pagar miles de euros por una escapada ferroviaria.
El Twilight Express Mizukaze, el no va más de los trenes de lujo que recorren Japón, echó a andar ayer con un puñado de viajeros dispuestos a pagar miles de euros por una escapada ferroviaria.
El tren, de la compañía JR West, partió de Osaka con una treintena de pasajeros a bordo, elegidos por sorteo ante la cantidad de demanda. Se dirige hacia el sur y sus paisajes bucólicos. Las parejas más acomodadas han optado por una suite, con unos servicios propios de un hotel de cinco estrellas: camas mullidas y cuartos de baño de mármol, por la friolera de 2,4 millones de yenes (casi 22.000 dólares) por una ida y vuelta de tres días.
El Mizukaze, que significa "viento fresco" en japonés, es de estilo art déco con un diseño a la antigua en homenaje al "Twilight Express", en desuso desde 2015 por su vetustez.
Ayaka Kobayashi, una recién casada de 39 años, y su marido pasan en él la luna de miel. "Estoy encantada de viajar en este tren histórico", declaró antes de la salida, mientras las personas agolpadas en el andén miraban embelesadas.
Los japoneses sienten verdadera pasión por los trenes y el país cuenta con una red densa, eficaz y variada. Los equipados con literas casi han desaparecido con la llegada del de alta velocidad, el "Shinkansen", pionero mundial del transporte ferroviario ultrarrápido nacido hace medio siglo.
"Todo se ha rediseñado de la nada, lo que ha dado lugar a una nueva generación" de trenes, explicó Kageri Kurihara, experto en el tema. "Las compañías intentan mostrar de lo que son capaces cuando no tienen limitaciones".
Al comienzo de mayo, otro tren con nombre poético, el "Shiki-Shima" o "Isla de las cuatro estaciones", partió de Tokio para un largo recorrido que incluía la isla de Hokkaido. Cena preparada por grandes chefs, cóctel para degustar en un piano bar bañado por la luz de una falsa chimenea... Pese al precio (8.500 dólares), las plazas están todas reservadas hasta 2018.
La empresa JR East se ha gastado 90 millones de dólares, una inversión con gran repercusión en términos de imagen, aunque con un beneficio limitado por el reducido número de pasajeros.
Otros la han precedido, como Kyushu Railway que propone desde 2013 en la isla de Kyushu (sur) el "Nanatsuboshi" (siete estrellas), un tren de siete vagones y 14 suites artesonadas.
Cada vez más turistas viajan a Japón, que espera acoger a 40 millones en 2020, año de los Juegos Olímpicos de Tokio, subraya Kurihara.