La expansión del movimiento antivacunas no solo hizo perder a Estados Unidos su estatus de país libre de sarampión sino que lo condenó a ocupar la lista de los países donde más crece la enfermedad, con 1.249 casos reportados en lo que va del año.
La expansión del movimiento antivacunas no solo hizo perder a Estados Unidos su estatus de país libre de sarampión sino que lo condenó a ocupar la lista de los países donde más crece la enfermedad, con 1.249 casos reportados en lo que va del año.
La cifra es la máxima registrada en la nación desde 1992 . Y más del 75 por ciento de esos casos están relacionados con el brote que comenzó en Nueva York el 1 de octubre de 2018, hace exactamente un año.
Miles de escuelas en Estados Unidos no tienen tasas de vacunación lo suficientemente altas como para prevenir la enfermedad.
La desinformación y el escepticismo sobre la seguridad de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola contribuyen de manera significativa a los brotes, dicen las autoridades.
Más del 90 por ciento de los padres estadounidenses vacunan a sus hijos, dijo Robert Redfield, director de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) que monitorean el sistema sanitario nacional. "Estamos trabajando para captar al pequeño porcentaje que duda de las vacunas, que son seguras y no causan autismo", destacó. Así, el funcionario, se refirió al argumento que interponen muchos padres para no vacunar a sus hijos, el del peligro de autismo.
Casi 100 mil niños menores de dos años en el país no han sido vacunados, mencionó. "Debemos unirnos como nación para eliminar el sarampión una vez más", declaró Redfield.
Según un informe del New York Times, de los casos que se han presentado en la ciudad de Nueva York y sus suburbios muchos se dieron en comunidades judías ortodoxas. El brote se ha esparcido hasta Detroit.
El alcalde, Bill de Blasio, declaró el estado de emergencia y amenazó a los residentes de cuatro códigos postales de Brooklyn con multas de 1.000 dólares. Los funcionarios de la ciudad cerraron una escuela prescolar yeshivá por violar las órdenes de vacunación.
El condado de Rockland (Nueva York), el centro de otro brote, en un inicio les prohibió la entrada a los niños sin vacunar a todos los espacios públicos techados, incluyendo escuelas, centros comerciales, supermercados, restaurantes y templos. Luego de que un tribunal bloqueó la orden, el condado optó por prohibirle la entrada a los espacios públicos a cualquiera que presentara síntomas de sarampión o que hubiera estado expuesto recientemente a la enfermedad, con la amenaza de multas de hasta 2.000 dólares por día.
No ha habido ningún caso confirmado de muerte por sarampión en este condado, pero los funcionarios han dicho que es solo cuestión de tiempo. Incluso con la atención médica moderna, la enfermedad generalmente mata a una de cada mil víctimas, de acuerdo con los CDC.
La neumonía y la encefalitis —la inflamación del cerebro— son las complicaciones graves más comunes, y las epidemias entre niños malnutridos que no tienen acceso a la atención hospitalaria moderna tienen tasas de mortalidad del 10 por ciento o más, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Los Ángeles experimenta un brote de rápido crecimiento, donde se ha puesto en cuarentena a cientos de estudiantes universitarios que se sospecha que han estado expuestos y no pueden comprobar que fueron vacunados.
Debido a la propagación del sarampión a nivel mundial, los funcionarios de los CDC han instado a los estadounidenses que viajan al extranjero a asegurarse de que estén inmunizados contra la enfermedad. La agencia volvió a hacer un llamado urgente para que los padres vacunen a sus hijos.
"Los brotes en la ciudad y el estado de Nueva York son los más grandes y persistentes desde la eliminación del sarampión en el 2000", dijo en una conferencia de prensa Nancy Messonnier, directora de inmunización de los CDC. "Cuanto más tiempo continúe, mayores serán las posibilidades de que el sarampión vuelva a afianzarse en Estados Unidos", dijo.
Más del 75 por ciento de los casos fueron de personas que no se habían vacunado. Aunque no hay víctimas mortales, se hospitalizó al 10 por ciento, un tercio del cual ha presentado neumonía.
La eliminación del año 2000 significó que el virus del sarampión ya no circulaba en Estados Unidos, como supuestamente había sucedido desde que los colonizadores europeos lo trajeron por primera vez a este hemisferio en el siglo XV o XVI.
A partir de 2000, los pocos casos reportados se trataban de arrastrados del extranjero cada año, por medio de inmigrantes o turistas que regresaban de un viaje, pero siempre fueron detectados y controlados a tiempo.
Argentina
En Ituzaingó, zona oeste del Gran Buenos Aires, una mamá antivacunas de 44 años les transmitió el virus a sus cinco hijos, con edades de cinco a 19 años. Con 26 casos en lo que va del año, nuestro país vive el peor brote desde el año 2000 en que se eliminó la circulación endémica de la enfermedad dentro de las fronteras.