La Justicia condenó ayer a cuatro hombres a reclusión perpetua por el crimen de los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, quienes fueron encontrados baleados en agosto de 2008 en el partido bonaerense de General Rodríguez.
La Justicia condenó ayer a cuatro hombres a reclusión perpetua por el crimen de los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, quienes fueron encontrados baleados en agosto de 2008 en el partido bonaerense de General Rodríguez.
El fallo, estuvo a cargo de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 2 de Mercedes, Fernando Bustos Berrondo, Graciela Larroque y Marco Barski.
La sentencia fue escuchada desde el banquillo de los acusados por los hermanos Víctor y Marcelo Schillacci, de 30 y 31 años, y Cristian y Martín Lanatta, de 37 y 38 años.
Los fiscales Marcela Falabella y Juan Ignacio Bidone habían pedido prisión perpetua para los cuatro imputados por el delito de "privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas".
Los instructores habían concluido que el móvil del crimen había sido una disputa por el negocio del tráfico ilegal de efedrina, que tanto las víctimas como los condenados se disputaban.
Además de los acusados en el banquillo, la investigación de Bidone había determinado la participación en el hecho de Ivar Pérez Corradini, como autor intelectual, y quien actualmente continúa prófugo.
El crimen juzgado tuvo su origen el 7 de agosto de 2008 cuando Forza, de 34 años; Ferrón, de 37, y Bina, de 34, desaparecieron tras acudir a la sucursal Avellaneda del hipermercado Wal Mart para celebrar una reunión.
Según la investigación realizada, los tres empresarios fueron llevados en primer lugar a la casa de Cristian Lanatta, en la localidad de Quilmes, donde fueron asesinados.
La muerte de las víctimas se concretó luego de una cantidad de vejámenes a las que fueron sometidas, como golpes, inhalación de droga y torturas.
En tal sentido, en la lectura del fallo, que se extendió por varias horas, se determinó que a las víctimas las mataron de entre 4 y 8 disparos.
Asimismo, se relató que Ferrón fue la primera víctima, y fue asesinado delante de Bina y Forza, quienes estaban maniatados en ese momento.
Los cuerpos de los tres hombres estuvieron conservados en la casa de uno de los condenados y luego llevados a un descampado de General Rodríguez, donde fueron encontrados maniatados y baleados el 13 del mismo mes.
La trama de esta investigación se fue complicando a medida que comenzó a hablarse de presuntos vínculos con narcotraficantes mexicanos, aportes a la campaña electoral y venta de efedrina.
Sebastián Forza era dueño de una distribuidora de medicamentos; Damián Ferrón estaba vinculado al rubro farmacéuticos, y Leopoldo Bina era ajeno a esas actividades.
Varias personas relacionadas con el caso se suicidaron o sufrieron acciedentes fatales.
Intriga y miedo
Solange Bellone, viuda de Sebastián Forza, una de las víctimas, había declarado ante la Justicia que su marido le tenía “terror” a Ivar Esteban Pérez Corradi, acusado de ser el autor intelectual de los homicidios. Afirmó que días antes de su muerte, su marido pagó 200.000 dólares o pesos para que la policía no investigara sus negocios.
Por Javier Felcaro
Por Guillermo Zysman