Pinamar tuvo otra edición de la tan reconocida Running Trip, con corredores de elite y numerosos atletas con capacidades diferentes que transitaron senderos plagados de verde y bosques típicos de la zona.
Pinamar tuvo otra edición de la tan reconocida Running Trip, con corredores de elite y numerosos atletas con capacidades diferentes que transitaron senderos plagados de verde y bosques típicos de la zona.
Fabiana Rijo, voluntaria de entrenamiento de Olimpiadas Especiales, relató la experiencia vivida: "Desde que el año pasado mi hijo Guido (atleta especial) fue invitado a la competencia, me pareció muy inclusiva al ver que nuestros hijos eran uno más. Para este año imagine que sería maravilloso que pudieran participar más atletas especiales, así fue, y la carrera, la verdad, fue muy particular ya que la geografía es completamente distinta a la habitual de entrenamiento. En la carrera propiamente dicha estuvimos acompañados por corredores de elite como Mariano Mastromarino (maratonista olímpico argentino), el fue uno más junto a los chicos y su escoltamiento fue muy emocionante", dijo la entrenadora.
En cuanto a la carrera en sí agregó; "Fueron cuatro kilómetros en la arena de Pinamar, tras correr en un bosque terminaron agotadísimos pero muy felices. Largaron antes que todos los corredores y al llegar también contaron con la banda clásica de 'Llegada', fue un hermoso momento acompañado de aplausos sentidos de todos los presentes. Dentro de los atletas que fueron había adultos que no conocían el mar, un plus más para este viaje plagado de emociones", enfatizó Fabiana Rijo.
"Estoy sumamente feliz, hay algunos chicos que tienen independencia y otros adultos que están más atados al arraigo familiar. El viaje fue fantástico y la carrera superó todas las expectativas, muchos corrieron con voluntarios junto a la manada de atletas", sostuvo.
Sin querer olvidarse de nadie Rijo añadió: "Quiero destacar la generosidad de su organizador, Diego Winitzky, quien se mostró todo el tiempo con una predisposición enorme para que pudiéramos ser parte de este hermoso evento. Por lo general estas carreras de aventura son muy costosas y él se brindó de lleno y quería que estuviésemos ahí. Es más, nos dijo que las inscripciones de los chicos eran sin costo y cada atleta contaría con el Kit que tenían los demás deportistas. La calidad humana de los organizadores fue increíble ya que los chicos nunca se sintieron excluidos".
No fue fácil llevar a cabo esta aventura. Necesitaron de asistencia y de muchos voluntarios no sólo para la carrera en sí, sino para poder solventar económicamente el viaje: "Si bien nadie tiene un impedimento físico o motriz hay que destacar lo que significa este acontecimiento. Lograr la independencia de sus padres, aquella mano de la familia que siempre asiste a un chico con una discapacidad. Y luego compartir hospedaje con otros atletas fue una experiencia extraordinaria. Para poder llevarlo a cabo vendimos kilos y kilos de fideos frescos y tortas. También quiero resaltar un gran gesto del Sindicato Luz y Fuerza de Rosario que se encargó de alojarnos los tres días en su predio de Villa Gesell. Nuestro acercamiento al sindicato fue por el papá de mis hijos que es afiliado tanto como nosotros. Mi hijo Guido Duarte, es muy querido y conocido dentro del camping ya que va a la colonia", concluyó.