La Cámara del Crimen confirmó la prisión preventiva para la mujer policía acusada de haber asesinado a balazos a un matrimonio en junio último en el barrio porteño de Parque Avellaneda para robarle unos 80 mil dólares, y el procesamiento por encubrimiento de su novio, también policía, informaron ayer fuentes judiciales.
El fallo de la Sala VI de ese tribunal -al que tuvo acceso Télam- alcanzó a la oficial Sonia Rebeca Soloaga, de 34 años, presunta autora del doble asesinato de Alberto Antonio Chirico, de 71, y María Delia Speranza, de 63, y a su ahora ex pareja, Diego Alberto Pachilla, de 36, quienes trabajaban en la comisaría 9C de la Policía de la Ciudad.
Soloaga quedó procesada por "robo agravado por haber sido cometido con un arma de fuego en concurso real con homicidio criminis causa, reiterado en dos oportunidades, cometidos mediante armas de fuego y alevosía, y falsa denuncia".
"Las contradicciones en que incurrió el imputado, la llamativa eliminación de mensajes enviados, el tenor de los registrados con posterioridad y su aporte a la explicación de pormenores del supuesto robo para salvar inconsistencias, genera una sólida evidencia que justifica convalidar el temperamento adoptado", agregan los jueces.
La jueza Peluffo dio por probado que el hecho ocurrió el 11 de junio "entre las 12 y las 14.30, ocasión en la que Soloaga aprovechó la relación que había logrado forjar con los habitantes de la vivienda porque el domicilio era cercano a la parada donde, por meses, prestó sus servicios de calle y, Chirico, especialmente, le habilitaba el uso del baño y le ofrecía algunas comidas".
Para la magistrada, los policías "pergeñaron un plan para así ingresar en la vivienda, y apoderarse de dinero en efectivo -una suma aproximada de entre 70 mil y 80 mil dólares-, en moneda extranjera y pesos argentinos, ejerciendo violencia sobre aquellos y mediante la utilización de un arma de fuego, una pistola marca Beretta asignada por la Policía de la Ciudad a Soloaga".
Según la resolución, las víctimas fueron golpeadas fuertemente en sus cabezas y luego Soloaga robó el dinero que estaba escondido en diferentes sectores de la casa.
Finalmente, el matrimonio fue ejecutado de un disparo en la cabeza cada uno, aplicado desde atrás mientras ambos estaban indefensos boca abajo, para lo cual se utilizó un almohadón como silenciador.
Las pericias indicaron que el arma utilizada es compatible con la 9 milímetros Pietro Beretta que Soloaga primero denunció como robada y que luego, al ampliar su indagatoria la semana pasada, dijo que extravió en el baño de una estación de servicio de Flores.
La sospechas de la fiscal de la causa, Estela Andrades, en torno a la mujer policía surgieron cuando el mismo día del doble crimen denunció que había sido víctima de un asalto en Flores, en el que la encerraron con dos autos y le robaron el arma reglamentaria y un bolso con 300 mil pesos, lo que luego desmintió al decir que había dado esa versión para justificar la pérdida de su pistola.
Como posible hipótesis del crimen, la jueza menciona que acusada tenía que pagar un viaje de 9 mil dólares a Disney por el cumpleaños de 15 de su hija, suma incompatible con lo que ganaba.