Un drama que combina satanismo, un amor lésbico y las dicotomías de la Rumania contemporánea ganó anoche el máximo galardón en el 27º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Se trata de "Beyond the Hills" (Detrás de las colinas), del polémico director Cristian Munglu, el mismo que en 2007 se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes con "4 meses, 3 semanas y 2 días".
El filme fue un justo ganador del Astor de Oro, y así lo hizo notar la ovación espontánea de los invitados que colmaron el teatro Auditorium en la emotiva ceremonia de cierre encabezada por el presidente de este encuentro, José Martínez Suarez.
La película vencedora aborda el conflictivo vínculo entre Alina y Voichita, dos jóvenes que se conocían del orfanato y mantenían una relación amorosa. Pero todo cambia cuando una de ellas se vuelca hacia el camino de la fe en un convento ortodoxo rumano y así comienza a ignorar a su compañera.
Algo extensa. A lo largo de dos horas y media, el filme de Munglu muestra el derrotero de Alina por recuperar el cariño de Voichita, en una trama que pese a no perder solidez se convierte por momentos en algo extensa y tediosa.
Alina tiene ataques de ira generados por el desaire de su querida, y la toman por enferma psíquica primero, y como endemoniada después. El filme toma intensidad sobre el final y el director supo redondear un cierre duro pero políticamente correcto que por lo visto fue más que satisfactorio para el jurado del festival de La Feliz.
El premio al mejor guión fue para "Sightseers" (Turistas), una desopilante comedia negra inglesa de Ben Wheatley, que para muchos críticos fue la favorita, y se demostró en los sostenidos aplausos ofrecidos por el público, de pie, en el Auditorium.
La distinción a mejor director fue para el realizador turco Reis Celik, quien se llevó un Astor por su cuidada labor para abordar la trágica historia de "Night of Silence" (Noche de silencio). La película narra la noche de bodas de un ex presidiario y una niña de 14 años, en medio de tradiciones y rituales tragicómicos, con un desenlace dramático.
El protagonista de ese filme, Ilyas Salma compartió la distinción de mejor actor con el argentino Pablo Pinto, un debutante en la actuación que tuvo que engordar 29 kilos en 3 años para alcanzar las exigencias del director Gustavo Triviño en un filme moralmente cuestionable como lo fue "De martes a martes".
El lauro a mejor actriz se lo llevó la bella intérprete y cantante francesa Soko, que estuvo presente en el festival, por "Augustine", una película ambientada en la Belle Epoque que pone en tela de juicio a los métodos curativos de una mujer que padece una extraña patología de histeria vaginal, basado en un caso real.
En lo que respecta a la mención especial de la competencia internacional, la ganadora fue "Memories look at me" (Recuerdos me observan), una tediosa realización del director chino Song Fan, en cuyas funciones hubo algunos espectadores que no soportaron la lentitud del filme y se retiraron de la sala.
Entre las catorce producciones que pugnaron por el cetro mayor en la competencia internacional, sorprendió que no haya ganado algún premio "El muerto y ser feliz", una road movie del director Javier Rebollo, película de apertura del festival, que contó con el protagónico de José Sacristán y fue una de las preferidos del presidente Martínez Suarez.
Con más de 100 mil espectadores (asistencia récord), el único festival de cine clase A de Latinoamérica obtuvo el privilegio de ser uno de los más concurridos de la historia. Tuvo invitados de lujo como el director de "Los Simpsons", Rich Moore, que llegó para traer en estreno mundial su excelente animación "Ralph, el demoledor", de Disney; el consagrado director francés Bertrand Bonillo, y su connacional Sandrine Bonnaire, entre otras destacadas figuras internacionales.
Este 27º Festival Internacional de Cine sigue ratificando su buena senda artística, basada en la versatilidad y calidad de propuestas de todo el mundo. El Festival de Cine de La Feliz pasó, pero la emoción sigue latiendo en las pantallas.