Cuando faltan 12 días para que el debate llegue al recinto, los diputados que impulsan la legalización del aborto analizan una serie de cambios en el proyecto para quebrar la paridad y ganar la votación.
Cuando faltan 12 días para que el debate llegue al recinto, los diputados que impulsan la legalización del aborto analizan una serie de cambios en el proyecto para quebrar la paridad y ganar la votación.
Las modificaciones podrían estudiarse hasta la firma del dictamen o incluso hasta la discusión en el recinto, programada para el miércoles 13.
Hasta el momento lo más probable es que se introduzcan al menos cuatro cambios. El primero consiste en la regulación de la objeción de conciencia, ausente en la iniciativa elaborada por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Los promotores de la legalización evalúan permitir que los médicos se nieguen a interrumpir un embarazo, pero sólo habilitaría esas situaciones de manera excepcional para los profesionales que se inscriban con anterioridad en un registro público.
El segundo punto se refiere al artículo 8 del proyecto, que habilita a las adolescentes de entre 13 y 16 años a practicarse un aborto sin la autorización de sus padres. Para evitar polémica, se analiza eliminar el artículo y dejarlo supeditado a lo dispuesto en el Código Civil y Comercial.
Esa norma indica que los jóvenes de entre 13 y 16 años "tienen aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física". Agrega que si se trata de tratamientos invasivos, "el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores".
Un tercer cambio que se analiza consiste en poner a disposición de las mujeres que manifiesten su voluntad de abortar toda la información necesaria para que tome una decisión informada. Esta instancia no incluiría un período de reflexión y no afectaría el plazo máximo de cinco días estipulado en el proyecto para la realización del aborto desde el momento en que la mujer asiste al centro de salud.
La cuarta modificación apunta a reforzar las políticas de salud sexual y reproductiva. Es una forma de dotar a la iniciativa de un enfoque integral que permita neutralizar ciertos argumentos opositores.