La Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) es una coalición integrada por 468 organizaciones no gubernamentales o ONGs, con sede en Ginebra que trabaja desde hace años por el desarme nuclear en el mundo.
La Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) es una coalición integrada por 468 organizaciones no gubernamentales o ONGs, con sede en Ginebra que trabaja desde hace años por el desarme nuclear en el mundo.
Las organizaciones se fusionaron hace diez años para luchar juntas por conseguir un tratado vinculante contra las armas nucleares. Su fuerza motora no eran los gobiernos, sino decenas de miles de activistas de más de un centenar de países que trabajaban con el mismo objetivo.
Su secretaria general, la sueca Beatrice Fihn, tiene sólo 34 años y en la oficina de Ginebra sólo trabajan cuatro personas, todas menores de 35.
Su mayor éxito fue conseguir la firma del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares que 122 países aprobaron el pasado julio. El texto prohíbe la producción, posesión, utilización y el almacenamiento de armas nucleares, pese a la resistencia de las potencias nucleares y sus Estados aliados. De todas formas, el tratado es sólo una expresión de deseos. Casi nadie lo ha ratificado.
Fue firmado el 20 de septiembre durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York y se prevé que entre en después de que 50 países completen el proceso de ratificación. Es así algo simbólico, pues ninguna de las potencias nucleares que reconocen la posesión de estas armas _Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India y Pakistán_ lo ha ratificado. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) indicó que sus miembros no se sumarían a este tratado. El primero en estampar su firma en Nueva York fue el presidente de Brasil, Michel Temer.
La ICAN siguió el modelo de otros tratados de desarme, como el de la prohibición de minas terrestres, las bombas racimo o las armas químicas. Todas esas iniciativas partieron de la sociedad civil y ponen el centro de atención en las devastadoras consecuencias de las armas para la población. El rechazo internacional hacia las armas nucleares sirve para presionar a aquellos gobiernos que no firman esos acuerdos, según dice ICAN. Para Fihn, la cuestion es simple. "¿Es aceptable matar a cientos de miles de personas o no? Si no lo es, las armas nucleares deben prohibirse", dijo antes del anuncio del premio. Entre los miembros de la ICAN se encuentra la Asociación Internacional de Abogados contra las Armas Nucleares (IALANA) o la Federación Sindical Internacional.