Horas antes del amanecer, los migrantes en uno de los refugios más grandes de México despiertan y se conectan en línea, con la esperanza de asegurarse una cita para solicitar asilo en Estados Unidos. El ritual diario se asemeja a una carrera por entradas para un concierto importante cuando comienza la venta en línea, con unas 100 personas que deslizan los pulgares sobre las pantallas de sus teléfonos.
Hay citas nuevas disponibles cada día a las 6 a. m., pero los migrantes se ven obstaculizados por los mensajes de error de la aplicación móvil CBPOne del gobierno de Estados Unidos, que está sobrecargada desde que se lanzó el 12 de enero.
Muchos no pueden iniciar sesión. Otros pueden ingresar su información y seleccionar una fecha, sólo para que la pantalla se congele en la confirmación final. Algunos reciben un mensaje que dice que deben estar cerca de un cruce con Estados Unidos, a pesar de que ya están en la ciudad fronteriza más grande de México.
En el albergue Embajadores de Jesús, en Tijuana, solo dos de más de 1.000 migrantes obtuvieron citas en las primeras dos semanas, afirma Gustavo Banda, el director. “Vamos a seguir intentando, pero para nosotros es un fracaso’’, manifiesta Erlin Rodríguez, de Honduras, tras otro intento infructuoso para conseguir una cita para él, su esposa y sus dos hijos un domingo antes del amanecer. “No hay esperanza’’.
La mexicana Mareni Montiel quedó encantada tras seleccionar una fecha y hora para sus dos hijos, pero y luego no recibió código de confirmación. “De allí, vuelve atrás a cero’’, agrega Montiel, de 32 años, quien ha esperado durante cuatro meses en el refugio, donde el canto de los gallos llena el aire fresco de la mañana al final de un camino.
CBPOne vino a reemplazar un mosaico opaco de exenciones a una orden de salud pública conocida como Título 42, bajo la cual Estados Unidos ha negado el derecho de los migrantes de solicitar asilo desde marzo de 2020. Las personas que han llegado de otros países aguardan en México a la espera de una exención o un cambio de política, a menos que intenten cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
Si la app tiene éxito, los solicitantes de asilo podrían utilizar CBPOne —incluso si se levanta el Título 42— como una alternativa segura y ordenada a la entrada ilegal, que alcanzó el nivel más alto jamás registrado en Estados Unidos en diciembre pasado. También podría desalentar los grandes campamentos en el lado mexicano de la frontera, donde los migrantes se aferran a esperanzas irreales.
Pero ha surgido una serie de quejas: las solicitudes están disponibles sólo en inglés y español, idiomas que muchos de los migrantes no hablan. Guerline Jozef, de la ONG Haitian Bridge Alliance, afirma que las autoridades no tuvieron “en cuenta el hecho más básico: el idioma nacional de Haití es el criollo haitiano’’. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés) dice que planea lanzar una versión criolla haitiana en febrero. Además, los migrantes de piel más oscura dicen que la aplicación rechaza sus fotos. Se requiere una foto en vivo para cada inicio de sesión.
Estados Unidos comenzó a bloquear a los solicitantes de asilo bajo la presidencia de Donald Trump con el argumento de prevenir la propagación del Covid-19, aunque el Título 42 no se aplica de manera uniforme y muchos considerados vulnerables están exentos. Desde el primer año en el cargo del presidente Joe Biden hasta la semana pasada, la CBP organizó exenciones a través de defensores, iglesias, abogados y refugios, sin identificarlos públicamente. Esto provocó acusaciones de favoritismo y corrupción. En diciembre, la CBP cortó lazos con un grupo que le cobraba a los migrantes rusos. Para que CBPOne funcione, suficientes personas deben obtener citas para desalentar el cruce ilegal de la frontera, opina Leon Fresco, abogado de inmigración y ex asesor del senador demócrata Chuck Schumer. “Si estas citas comienzan a alargarse dos, tres o cuatro meses, será mucho más difícil mantenerlo funcionando’’, agrega. “Si la gente no logra pasar, no usará el programa’’.
La CBP, que agenda citas con hasta dos semanas de anticipación, se niega a decir cuántas personas logran ingresar. Sin embargo, Enrique Lucero, director de asuntos migratorios de la ciudad de Tijuana, dijo que las autoridades estadounidenses aceptan a 200 por día en San Diego, el cruce fronterizo más grande. Eso es casi lo mismo que el sistema anterior, pero muy por debajo de la cantidad de ucranianos procesados después de la invasión rusa el año pasado.