No fue la ceremonia religiosa con el que los padres habían soñado. En una iglesia de Rusia, un bautismo estuvo a punto de transformarse en una lucha entre la madre del niño y el cura, a quien poco le faltó para ahogar al pequeño.
No fue la ceremonia religiosa con el que los padres habían soñado. En una iglesia de Rusia, un bautismo estuvo a punto de transformarse en una lucha entre la madre del niño y el cura, a quien poco le faltó para ahogar al pequeño.
"Estuve bautizando así durante 26 años", aseguró Fotiy Necheporenko, el sacerdote de la iglesia de Marienburg, en Gatchina, cerca de San Petersburgo. Su método es poco ortodoxo: sumergir a la fuerza al nene, una y otra vez, entre llantos y gritos.
El bautismo quedó registrado en un video donde se escuchan los llantos del niño y se ve al cura encabezando la ceremonia con sus métodos un tanto violentos, además de la madre que, por supuesto, intervino para rescatar al chico.
Por supuesto, la filmación rápidamente se hizo viral.