Un grupo de adolescentes que volvían de viaje de egresados en Sierra de la Ventana llamaron al 911 y a sus padres desde el colectivo que los llevaba de vuelta a Bahía Blanca para alertar sobre el peligro que corrían en el micro que era conducido por un chofer en estado de ebriedad.
Los jóvenes notaron que la velocidad del micro en el que iban aumentaba, y que la chicharra que delata el límite permitido, no paraba de sonar. Iba a 100km/h.
Por más que los pasajeros bajaron varias veces a pedirles que respeten esa norma, el chofer -identificado como Javier Argüello, de 35 años, volvía a reincidir en su temerario comportamiento al volante.
Los sacudones en el colectivo hicieron que varios de los menores se descompusieran, al punto tal de pedirles parar en el medio de la ruta, para que estos bajen y tomen aire.
Según informó La Brújula 24, cuatro adultos iban dentro del micro, acompañando a más de 40 chicos, pero ni sus pedidos lograron que la situación mejore. Los chicos le enviaron mensajes a sus padres para contarles lo que estaba sucediendo y estos llamaron al 911.
Según la dirección de Control de Tránsito Urbano del municipio bahiense, el chofer que realizó el servicio para la empresa Jetmar, fue interceptado en uno de los accesos a la ciudad, donde le realizaron las mediciones de consumo de alcohol, que dieron cero, y la de estupefacientes, cuyo resultado fue positivo. Según la policía, avanzaba a unos cien kilómetros por hora.
Por el momento, al chofer solo le retiraron la licencia de conducir y quedó en libertad. Sin embargo, hoy los padres de alumnos que participaron del viaje realizarán la denuncia del caso ante la Justicia.