México se puso hoy en camino de convertirse en el tercer país del mundo en legalizar la marihuana, después de Canadá y Uruguay, con una iniciativa de ley que tiene fuertes perspectivas de ser aprobada.
La propuesta fue presentada por la senadora y exjueza de la Corte Suprema de Justicia Olga Sánchez Cordero en nombre del partido del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que asume en menos de un mes y cuyo bloque legislativo cuenta con mayoría en ambas Cámaras del Congreso.
La iniciativa propone permitir el cultivo de hasta veinte plantas de marihuana en casas y crear cooperativas de producción de dos a 150 socios para consumo personal, además de autorizar la venta comercial bajo regulación y fumar en espacios públicos.
No sólo fija reglas para el consumo, producción y venta para consumo personal, sino también para el farmacéutico, terapéutico e industrial. La venta comercial será gravada con impuestos, se prohíbe la publicidad y se sancionará la venta a menores.
"El modelo que se propone impulsar es el modelo de regulación legal estricta; es decir, el punto medio entre prohibición absoluta y libre mercado", dice el texto elaborado por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Aunque la marihuana no es el mayor negocio de los violentos cárteles de las drogas, Sánchez Cordero enmarcó la propuesta de ley en un esfuerzo más amplio del futuro gobierno —que entra en funciones el 1 de diciembre— para pacificar el país.
"Es momento de cambiar, a través de todos los mecanismos institucionales que tengamos a nuestro alcance, para construir la paz en nuestro país", dijo. "No queremos más muertos".
Sánchez Cordero, futura ministra del Interior, señaló que más de 240.000 personas fueron asesinadas en México en la última década, que hay casi 40.000 desaparecidos y que miles de mujeres y niños son usados como "carne de cañón" por los cárteles.
"Estos números son inaceptables y justifican replantear la política de drogas en nuestro país", señaló.
El proyecto, que debe ser discutido en comisiones antes de pasar al pleno del Senado, contempla la creación de un Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, como organismo público encargado de establecer las reglas y vigilar su cumplimiento.
En México muchos sectores han propugnado en los últimos años por la legalización de la marihuana, aunque otros como la Unión Nacional de Padres de Familia expresaron su rechazo.