La casona de la ciudad de La Plata en la que el cuádruple femicida Ricardo Barreda asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en 1992, nunca fue habitada desde que ocurrió el hecho, hace casi 28 años, debido a un litigio judicial.
La casona de la ciudad de La Plata en la que el cuádruple femicida Ricardo Barreda asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en 1992, nunca fue habitada desde que ocurrió el hecho, hace casi 28 años, debido a un litigio judicial.
La vieja casa de dos plantas muestra un notable deterioro producto del abandono.
Ubicada en la calle 48 entre 11 y 12, en pleno centro de la capital provincial, la vivienda iba a ser destinada como un centro de prevención de la violencia de género, pero un conflicto judicial en torno a la sucesión paralizó la iniciativa.
La idea de abrir un centro de referencia para las víctimas de violencia de género se gestó en el 2013, cuando el gobierno provincial impulsó la expropiación de la casa en la Legislatura provincial.
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La ley estableció que la casa fuera utilizada para charlas y capacitaciones a policías, docentes, integrantes de la Justicia, fuerzas de seguridad, universitarios, profesionales de la salud y, a la vez, construir un espacio para consultas y una biblioteca temática.
Barreda regresó por una horas a la casa hace poco más de un año, junto a un equipo periodístico que filmó un programa especial con detalles del día de la masacre.
Las imágenes mostraron una vieja casona detenida en el tiempo, con un notable deterioro después de más de 25 años sin que nadie la habitara.
En enero del año pasado, la Municipalidad de La Plata encabezó un operativo de desratización debido a las denuncias de los vecinos por miedo a que se convirtiera en un foco de hantavirus.
Los agentes que ingresaron al domicilio encontraron "un importante abandono", con una espesa vegetación que ya había invadido el patio y las aberturas.
Por Laura Vilche
Por Azul Martínez Lo Re