Es un linaje que persiste en la actualidad. Fue gracias a un trabajo liderado por un investigador cordobés y la Universidad de Harvard
13:41 hs - Viernes 07 de Noviembre de 2025
Una investigación liderada por Rodrigo Nores, investigador del Conicet en el Instituto de Antropología de Córdoba, reveló la existencia de un linaje genético propio del centro de Argentina y hasta el momento desconocido. Los resultados del trabajo, del que participaron numerosos investigadores de todo el país y en colaboración con la Universidad de Harvard (Estados Unidos), fueron publicados en la revista Nature y constituyen un gran aporte al campo de la paleogenómica y a la historia evolutiva de las poblaciones humanas.
A partir del análisis de ADN de individuos de contextos arqueológicos del centro y norte de la Argentina, el equipo de científicos determinó la existencia de un linaje genético con una antigüedad de 8.500 años. Un aspecto significativo del hallazgo radica en que esta ancestría persiste hasta la actualidad en el sur de Sudamérica: los datos genómicos de habitantes actuales del centro de la Argentina confirman una continuidad genética de esta ascendencia durante más de ocho milenios.
Este linaje genético se mestizó con otras ancestrías preexistentes en regiones circundantes. Sin embargo, la investigación da cuenta de que no existieron reemplazos poblacionales. Es decir, la población del centro y norte del país no fue desapareciendo ni fue desplazada, sino que a través de los años evolucionó de manera local y adquirió nuevas mutaciones y características propias.
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El estudio del Conicet, paso a paso
De acuerdo a información publicada por Belén Nocioni y Natalia Asselle, del Área de Comunicación del Instituto de Antropología de Córdoba, el trabajo liderado por Nores comenzó en 2017 en el marco de una iniciativa de la National Geographic Society y a partir de una muestra conformada por 29 dientes recuperados en sitios arqueológicos de la provincia de Córdoba.
Desde entonces y hasta 2024 el estudio se amplió gracias al trabajo colaborativo con distintos equipos de investigación de Conicet y de universidades nacionales. En conjunto, participaron más de 30 arqueólogos de más de 20 centros de investigación del país, quienes aportaron las muestras necesarias para la investigación, provenientes de décadas de labor científica.
De esa manera, se recolectaron en total 344 muestras de 310 individuos provenientes de 133 sitios arqueológicos ubicados en el noroeste, noreste, este y centro del país.
Posteriormente, los datos genéticos fueron analizados conjuntamente entre Josefina Motti, investigadora del Conicet en el Laboratorio de Ecología Evolutiva Humana (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Unicen); Nicolás Pastor, profesional de apoyo del Idacor; Rodrigo Nores y los investigadores de la Universidad de Harvard, Javier Maravall-López y David Reich.
Reconstruir la historia
Los especialistas aplicaron métodos estadísticos para analizar cientos de miles de marcadores genómicos obtenidos de cada muestra, que permitieron reconstruir la historia poblacional de la región. Los análisis de este tipo brindan una gran cantidad de información y requieren del acceso a tecnología de avanzada, tanto para la generación como para la interpretación de los datos.
Al respecto, Nores explicó: “Es necesario procesar ese gran caudal de datos en términos estadísticos y luego leerlos a partir de la evidencia bioantropológica y arqueológica para obtener información de interés sobre la historia de las poblaciones humanas».
"Si encontramos que dos grupos de individuos de diferentes regiones comparten más variantes genéticas de lo esperado por azar, es probable que compartan los mismos ancestros en algún momento del pasado", reveló.