El Papa arremetió contra el “rosario de insultos y palabrotas” en los que a veces se convierte la política y sostuvo que en el parlamento “hay que discutir pero no aniquilar al otro”.
El Papa arremetió contra el “rosario de insultos y palabrotas” en los que a veces se convierte la política y sostuvo que en el parlamento “hay que discutir pero no aniquilar al otro”.
“Quién de nosotros rezó por los gobernantes? Quién de nosotros rezó por los parlamentarios? Para que puedan llegar a un acuerdo y sacar adelante al país? Parece que el espíritu patriótico no llega a la oración; sí, a las descalificaciones, al odio, a las peleas, y así es como termina. Quiero, por lo tanto, que en todo lugar los hombres recen levantando manos puras al cielo, sin cólera y sin polémicas. Hay que discutir y esta es la función de un parlamento, hay que discutir pero no aniquilar al otro; es más, hay que rezar por el otro, por el que tiene una opinión diferente a la mía”, sostuvo el Sumo Pontífice.
Durante la misa que celebró esta mañana en la casa santa Marta, donde reside, Francisco señaló que es “como un hábito” el “rosario de insultos y palabrotas, de descalificaciones” en la política e instó a los fieles que pidan a Dios que bendigan a los políticos.
“Estoy seguro -añadió- de que la gente no reza por los gobernantes, al contrario: parecería que la oración por los gobernantes es insultarlos. Y así va nuestra vida en las relaciones con los que están en el poder. Pero San Pablo es claro al pedir orar por cada uno de ellos para que puedan llevar una vida calma, tranquila y digna en su pueblo”, señaló en la homilía que se hizo pública por el portal de noticias del Vaticano, Vatican News.
El pontífice también recordó que los italianos han vivido recientemente “una crisis de gobierno”. Finalmente, el Papa dejó en claro que la política no es “sucia” sino que son las personas las que la ensucian y recordó que Pablo VI la consideraba “la más alta forma de caridad”.
“Puede ser sucia como puede ser sucia cada una de las profesiones, cada una de ellas... Somos nosotros los que ensuciamos algo pero no es la cosa en sí misma la que está sucia”, afirmó para añadir que también los gobernantes deben rezar por su pueblo.