El extenista José Luis Clerc, quien el viernes por la noche fue asaltado por ladrones que entraron con llaves a su casa de la localidad bonaerense de Olivos, aseguró hoy que los delincuentes le pegaron "duro y parejo" y que en un momento amenazaron con llevarse secuestrada a su hija.
"Lo único que les puedo contar, porque no quiero entorpecer el trabajo que están haciendo, es que me pegaron mucho, un culatazo en la cabeza. Me dieron duro y parejo", reveló.
"Pero lo que más me preocupaba eran las dos chiquitas que estaban. En un momento me dijeron «nos llevamos a tu hija»", contó.
La víctima confirmó que los ladrones no forzaron ninguna puerta, que "entraron normalmente" y al hacer referencia a la cercanía de su domicilio con la quinta presidencial de Olivos -está a 150 metros , dijo que "jamás" imaginó que "esto podía ocurrir" en su casa.
Indicó que hace dos años que vive en ese domicilio y recordó que cuando se mudó "mataron a una persona que trabajaba en una editorial", al hacer referencia al asesinato de Roberto Gerardo Chwat (67), cometido el 27 de octubre de 2016 a cinco cuadras de la quinta presidencial.
El hecho ocurrió cuando Clerc (60), su hija de 7 años y una amiguita de 8 se encontraban en el patio trasero de su vivienda, a una cuadra y media de la quinta presidencial de Olivos.
Al ir hacia la parte delantera de la propiedad, el deportista advirtió que había tres ladrones que acababan de ingresar fuertemente armados sin haber violentado ninguna abertura.
Al extenista lo intimidaron con un arma de fuego y le pegaron un fuerte golpe en la cabeza, tras lo cual llevaron a las nenas a la parte trasera de la casa para que no presenciaran el robo.
Mientras tanto, a Clerc lo ataron a una silla con una corbata y comenzaron a exigirle insistentemente la entrega de dinero en efectivo y otros efectos personales.
"Si no entregás todo, nos vamos a llevar a una de las nenas", lo amenazó uno de los ladrones al tenista en un momento y, de esa manera, logró obtener algo de dinero que había en distintos lugares de la vivienda, además de su teléfono celular, varias alhajas y algunos artefactos electrónicos.
Luego de que los ladrones huyeran con el botín en un auto que estaba en la puerta, presuntamente con un cuarto cómplice, Clerc dio aviso a la policía y no quiso ser asistido por médicos del servicio de urgencia del municipio porque la lesión que sufrió en la cabeza fue leve.
Una vez que los policías comenzaron a revisar la casa, establecieron que la vivienda no tenía ni las puertas ni las ventanas violentadas, por lo que se estima que los delincuentes tenían llaves de la propiedad.