Tras la trágica explosión luego de una fuga de gas en Salta 2141, la matriz del abastecimiento energético en los edificios que se incorporan en Rosario ha cambiado radicalmente. “Casi un 90 por ciento de los edificios que desde este año comenzaron a construirse son electrointensivos, y este fenómeno nos llevó a duplicar el promedio del consumo habitual de un departamento de dos ambientes. Este 2021 ya se otorgaron más de 100 factibilidades y para 2022 nos anticipan que habrá otros 120 pedidos más”, reveló el gerente general de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Jorgue Tarquini.
El dato sobresale en un fin de año con altísima demanda, ola de calor, temperaturas extremas sostenidas en el tiempo y una sobrecarga en todo el parque eléctrico que provoca fallas y salidas de servicios en las redes. Ante ello, la compañía optó por cortes rotativos de tres horas, con el fin de aliviar el recalentamiento que sufren los equipos.
En medio, se produjo una fuerte polémica en torno a las inversiones. Un sector de la oposición a la Casa Gris, criticó la falta de previsión y planificación, lo que desencadenó problemas de mantenimiento, mientras las autoridades de la EPE afirman que ya se desembolsaron 6 mil millones de pesos en obras, de las cuales el 45 por ciento fueron para Rosario.
Para los rosarinos los cortes no son algo novedoso. Por el contrario, el rugir de los generadores eléctricos reavivó la postal urbana de un verano tórrido con una situación ya conocida.
En este contexto, sobresale el dato: la matriz de abastecimiento energética de los nuevos edificios que se están diseñando para su construcción y muchos ya en su proceso inicial se desentendió del gas como suministro para los servicios domésticos.
“Esta situación ya se viene dando desde la explosión del edificio de Salta 2141. Ante la dificultad de obtener factibilidad para abastecerse de gas, las empresas replantearon instalaciones para hacerlas ciento por ciento eléctricas. Así, pasaron de 2,5 o 3 kilovatios por unidad a 6 o 7 kilovatios por inmueble”, mencionó Tarquini para agregar que Litoral Gas (la concesinaria del fluido) está dando factibilidad a unos pocos edificios, y de ese modo los desarrollados han venido a pedir una reducción de la potencia original eléctrica. Pero son casos contados”.
Proyecciones
El gerente de la EPE indicó que este año a la Asociación Empresarios de la Vivienda (AEV) se le otorgaron más de 100 factibilidades y “ya nos anticiparon que proyectan para 2022 unos 120 pedidos con una potencia total de 22 megavatios distribuidos en las redes a lo largo y ancho de la ciudad conforme se construyan”.
Ahora se diseña un edificio con perfil electrointensivo. Esto implica que en cada hogar hubo una reconversión del suministro de los artefactos domésticos. Los planos son para la energía eléctrica en calefacción, cocina, termotanque, caldera, y horno y anafes.
“Esto nos llevó a duplicar el consumo habitual de un departamento de dos ambientes, lo piensan todo eléctrico”, mencionó el funcionario.
Efecto pandemia
Un tema que también incidió fue el efecto de la pandemia en las restricciones que impuso tanto en la operatividad como en el abastecimiento de la empresa energética.
“En los meses más duros, no había opción por restricciones que las empresas contratistas y proveedores pudieran cumplir por los tiempos para entrega de equipos y ejecución de obras, y luego se fue recuperando. Se resintió y de a poco se fue poniendo en régimen”, aclaró Tarquini.
Según la EPE, en la actualidad existen más de mil millones de pesos en obras con fuerte impacto en alta tensión. Se puso en servicio el nuevo centro de distribución Rosario Centro (Dorrego y Pasco); se sumaron allí diez celdas de reserva.
También se activó la estación de Jujuy y Dorrego y se renovó el transformador de la estación Scalabrini Ortíz.
“Hubo algunos atrasos en el cronograma y en los plazos, los proveedores en plena pandemia nos pedían prórrogas para la entrega del equipamiento y luego entregaron. Nunca tomamos decisiones de retrasar más allá de lo sanitario y del esquema de rotación del personal que funcionó durante varios meses al 50 por ciento de su capacidad operativa por protocolos Covid”, finalizó Tarquini.
Piden elevar la tarifa un 17% en enero y un 29% en abril
La Empresa Provincial de la Energía (EPE) solicitó al Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la provincia la adecuación del cuadro tarifario. A partir de allí, a través de la resolución Nº 1.278 se convocó a una audiencia pública con el objeto de escuchar y recabar las opiniones de los santafesinos que deseen expresarse sobre el tema. La compañía eléctrica llevará allí su pedido de aumento: en promedio pretende que se aplique una suba del 17% en enero y del 29,8% en abril.
En 2020 la EPE mantuvo las tarifas congeladas y en 2021 implementó porcentajes de incrementos máximos escalonados, que se aplicaron en el caso de usuarios residenciales, comerciales, industriales e institucionales, en un 14% para mayo, 8% en julio y 9% en noviembre, muy por debajo de la inflación, que cerrará este año en torno al 51%.
Ahora para enero de 2021 se propone un 13,9% en la tarifa residencial, 24% en la comercial, 22,5% en la industrial y 22,4% en la institucional. Así, la variación promedio sería del 17,3%.
Y para abril la adecuación arroja que la suba para la tarifa residencial será del 25,7%; comercial 38,2%, industrial 35,9%, instituciones 35,7%. Esto da una variación promedio del 29,8 por ciento.
Los jubilados y pensionados que mantienen un esquema de consumo idéntico al anterior pagarán entre 47 a 1.688 pesos para el bimestre facturado en abril. Los aumentos oscilarán entre el 11,6 y el 8,5 por ciento.