La ciencia de los astros
Es bastante común encontrar la palabra astrología asociada a diversos artes adivinatorios, incluso
tratada como si fuera una mancia cuando no lo es. Astrología se compone de dos palabras; astro
(estrella) y logía, que deriva del griego y significa tratado, estudio o ciencia. O sea que la
palabra astrología significa el estudio o ciencia de las estrellas.
16 de febrero 2008 · 14:27hs
Es bastante común encontrar la palabra astrología asociada a diversos artes
adivinatorios, incluso tratada como si fuera una mancia cuando no lo es. Astrología se compone de
dos palabras; astro (estrella) y logía, que deriva del griego y significa tratado, estudio o
ciencia. O sea que la palabra astrología significa el estudio o ciencia de las estrellas. La
palabra estudio alude a que tiene un componente racional, analítico, aunque la intuición también
juega un papel importante para la interpretación de su rico simbolismo.
La astrología es ante todo un lenguaje simbólico y metafísico donde cada símbolo
es modificado por su relación recíproca en un espacio holístico o integrado, un cosmos en el que
los planetas adquieren un significado más allá de sus carácterísticas materiales o físicas. La
astrología es intrínsecamente un lenguaje espiritual que tan sólo se lo puede comprender con los
ojos del espíritu, o sea desde el mundo interno del hombre.
Esta ciencia de los astros ha sido mancillada y mal utilizada a lo largo de su
existencia que es tan antigua como el mundo pero aún así ha sobrevivido. Intenta encontrar un orden
oculto y trascendente detrás de la diversidad y lo cambiante del mundo. Dios geometriza, decía
Pitágoras. Fueron los griegos quienes estructuraron con su racionalidad el zodíaco y los mapas
celestes (cartas astrales o natales) como hoy los conocemos.
En muchos diccionarios se la describe con cierto desdén como una creencia que
pretende conocer el destino humano. El uso de la astrología como una mera herramienta predictiva y
en manos de inescrupulosos le atrajo mala fama y desprestigio. Fue condenada por la Inquisición y
considerada un arte adivinatorio confundiéndose su mal uso con la astrología misma. Sin embargo el
teólogo cristiano Santo Tomás de Aquino la diferenció de la nigromancia y la declaró digna de
estudio. Fue respetada por científicos como Kepler o Einstein.
Actualmente está más difundida y coexiste una astrología superficial o menos
seria, más ligada al divertimiento y otra más profunda que no pretende ser ninguna ciencia
exacta..
Los horóscopos tan sólo basados en generalizaciones de los signos solares no
pueden ser tomados como un estudio serio. En realidad como conocimiento esotérico la esencia de la
astrología no puede ser aprehendida sino con el ojo del espíritu.
La astrología ha ido cambiando y evolucionando. No es la misma la concepción de
la medicina actual que la del siglo XIX ni la de la psicología.
La astrología se ha vinculado en los últimos años con la psicología por tener puntos de contacto
importantes, siempre que los practicantes de astrología no nieguen el libre albedrío del hombre y
rescaten su vasto mundo simbólico. También hay quienes desconocen este punto de vista y siguen
intentando predecir acontecimientos.