"Yo a mi hermano lo amo, por mi hermano estoy acá". La frase se desprendió de la boca de Federico Coria y tenía un destinatario imposible de no identificar: Guillermo, el Mago, ex N° 3 del mundo, finalista de Roland Garros 2005 y dueño de un palmarés y un talento excepcional. Y se desprendía en la mismísima París, tierra especial para los tenistas sudamericanos y en especial para los argentinos. Sin embargo, un aspecto era aún más especial. Ese "acá" puede entenderse como el tenis, como París, como Roland Garros, pero también como el court Simonne Mathieu, donde el menor de los Coria acababa de vencer al local Benoit Paire en cuatro sets. Llorando y tembloroso, Fede recordó a su hermano y contó que 16 años atrás, cuando él apenas tenía 12, estuvo allí en otra de las canchas principales peloteando con el Mago, con su ídolo. "Ese día jugamos bastante y la gente lo aplaudía porque lo veía muy chiquitito haciéndome correr para todos lados", recordó el Mago, orgulloso de este presente.
Federico Coria vive su momento soñado. No muy lejos de los tiempos en los que estuvo a punto de largar el tenis porque las cosas no se daban, finalmente logró dar saltos grandes en el ránking, meterse hace algunos días en el Top 100 y asegurarse con ello los torneos de élite. Hace unas semanas jugó sus primeros Masters 1000 (Cincinnati) y Grand Slam (Us Open) y ahora en París, sobre polvo de ladrillo, disfruta como nadie. Afronta su segundo major, está en una impensada tercera ronda y se ilusiona con más. Pero al mismo tiempo se le remueven todas las emociones. Por eso se quebró antes las cámaras este miércoles cuando, siendo el 99° del mundo dio el golpe al vencer al local Paire (26°), en la que fue la mejor victoria de su carrera. Y se quebró con ese recuerdo latente: "Yo a mi hermano lo amo, por mi hermano estoy acá".
ESPNtenis Una joyita de archivo! En RolandGarros 2004, @guillecoria peloteó en la Suzanne Lenglen con su hermano menor, Federico. 16 años después, @.mp4
Guillermo fue la inspiración de miles de chicos que anhelaron jugar al tenis. Y entre esos chicos estaba su hermano, quien lamenta que el Mago se haya retirado tan joven (a los 27), lo cual no les permitió jugar ni siquiera un dobles juntos. Fede, a diferencia de él, está explotando en su tenis a los 28. Sin embargo, tuvo el privilegio que otros chicos no tenían, poder ver a ese hermano e ídolo de cerca. Como buen hermano mayor, cada vez que podía, Guille lo mimaba y parte de mimarlo era por ejemplo hacerlo bajar a las canchas principales de los torneos a pelotear con él. Aquello que fue una marca fue a lo que Fede se refirió este miércoles: en 2004 intercambiaron pelotas en la mítica Suzanne Lenglen de Roland Garros y en ese momento los testigos quedaron atónitos con el "hermanito" de Guillermo. El propio Mago dio una nota después y reconoció que jugaban parecido, pero que apenas se trataba de un nene de 12 años que tenía que elegir qué le gustaba hacer, que no había que apurarlo con nada.
Ese peloteo no fue el único, era frecuente que Guillermo hiciera esas cosas por Fede, que le permitiera soñar aunque fuera por un ratito. Y evidentemente esos momentos lo marcaron, por eso salieron a la luz en este momento tan especial. Desde Funes, desde donde lo sigue por estos días con mucha atención y expectativas, el Mago le contó a La Capital sobre ese peloteo en la Suzanne Lenglen: "Sí, siempre que podía lo metía a la cancha para que jugara, muchas veces le daba vergüenza, pero ya en las instancias finales que había poca gente y teníamos las canchas bastante tiempo, lo metía. Después de entrenar me ponía a pelotear con él. Aparte era querido por la gente del transporte, los ball boys, la gente que daba las canchas. Desde muy chico Fede era muy comprador por su carisma". Además, el Mago dio cuenta de por qué ese momento marcó a su hermano y de por qué quedó registrado en algunos vídeos, cuál fue la razón que llamó la atención: "Ese día jugamos bastante y la gente lo aplaudía porque lo veía muy chiquitito haciéndome correr para todos lados".
¿Por qué es carismático Fede Coria según Guillermo? "Porque es muy tímido pero cuando entra en confianza tiene un carisma especial, es comprador. Es así aún hoy en día", comentó el mayor de los hermanos de una familia loca por el tenis (Cacho, su papá, fue clave en sus carreras), a excepción del hijo del medio, Román, diseñador industrial.
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Hubo un tiempo en el que a Federico Coria le costó caro ser el hermano de Guillermo. No porque no lo quisiera, todo lo contrario, sino porque cargaba con la mochila del apellido y la de las expectativas ajenas. Porque el Mago fue eso, un Mago, un distinto, de esos jugadores que nacen sólo de vez en cuando, pero él no tenía por qué ser igual. Con el correr de los años supo despojarse de ese malestar y aprendió a entender que no tenía que demostrar nada ni emular a nadie, simplemente tenía que disfrutar del tenis. Por eso, ahora que vive sus días soñados, el propio Guille intenta ser escueto y no robarle protagonismo: "Fede contó que está feliz, que no puede creerlo, que lo volvieron loco vía Whatsapp y llamados. Dejamos que disfrute a full su momento", relató Guillermo.
No es para menos. Este Fede está soñando como aquel nenito que peloteaba con su héroe en la Suzanne Lenglen. Y encima lo hacía correr.