Casilda.— Felices y prudentes se mostraron ayer los dueños de las dos agencias casildenses que vendieron el Gordo de Navidad de la Lotería de Santa Fe.
Casilda.— Felices y prudentes se mostraron ayer los dueños de las dos agencias casildenses que vendieron el Gordo de Navidad de la Lotería de Santa Fe.
El número favorecido fue el 14.785, pero el o los nombres de los ganadores no trascendieron. Es que los agencieros respetaron el pedido de no revelar identidades por cuestiones de seguridad. Una versión, no confirmada, indicaba ayer que las mismas personas compraron en dos agencias distintas el mismo número con lo cual los agraciados serían los mismos.
Sí se supo que se trata de 2 hombres que juegan habitualmente en los locales donde se comercializaron las únicas partes que se vendieron del entero cuyo pozo era de $2.500.000. A cada uno le correspondería 625 mil pesos, pero con el descuento cobrarían unos 590 mil.
"Apenas me enteré que había vendido el premio mayor se lo comenté a mi hijo y no lo podía creer", contó Nelly Chain de Tochetto, propietaria de la agencia 8.718, ubicada en Ovidio Lagos 2520 bajo la denominación de Quiniela Madalú.
"Siempre igual número". La mujer aseguró que no es la primera vez que tiene esta suerte y recordó que "el último Gordo lo vendimos hace unos tres años". Al ser consultada sobre quién fue el nuevo afortunado, Nelly lo mantuvo en reserva aunque admitió que "es un cliente que juega siempre igual número".
Idéntica cautela tuvieron los dueños del local donde se vendió la otra parte del premio mayor, el que está emplazado en 25 de Mayo 1934 y depende de la agencia Morelli Nº 9.080. Susana y su esposo Raúl Demarchi no disimularon la alegría que le produjo haber vendido por primera vez nada menos que el Gordo de Navidad. "Hace 16 años que tenemos la agencia y nunca antes habíamos tenido una experiencia así. Estamos felices y le deseamos al ganador que disfrute el premio", dijo Susana, quien se enteró del grato suceso a través de su marido.
"Cuando le conté, gritaba y lloraba de alegría", comentó Raúl para sintetizar lo vivido pero reveló que al enterarse: "No sabía cómo actuar e incluso fui a jugar al fútbol con mis amigos y no les conté nada, con lo cual seguro alguno me lo va a reprochar". Además dijo que cuando llamó al ganador para avisarle "primero creyó que le estaba haciendo una broma y luego corroboró que era verdad".
La buena noticia corrió ayer en Casilda como reguero de pólvora y los agencieros que vendieron el Gordo no pararon de recibir saludos de clientes y vecinos. "Es muy lindo vivir esto. Lo tomamos como un honor que prestigia nuestro local", dijo Raúl que ayer a primera hora no dudó en colocar un cartel frente al comercio para expresar que "Aquí se vendió el Gordo".
En tanto Nelly aseguró que "por haber vendido este premio no recibiré ninguna retribución económica de la Lotería, pero significa una gran satisfacción".
Olvido. La agenciera también estaría disfrutando del Gordo si no se hubiese olvidado, como aseguró, de jugar el número que salió. "Iba a hacerlo porque una docente jubilada que lo elige siempre este año no lo compró, pero me olvidé", confió.
Por Martín Stoianovich