El Tribunal General de la Unión Europea confirmó la inscripción del bisfenol A (BPA) como "sustancia extremadamente preocupante" debido a sus "propiedades tóxicas" para la reproducción, tal y como determinó en julio de 2016 la Comisión Europea (CE) a través de la adopción de un Reglamento.
El bisfenol se utiliza, entre otros usos, como sustancia intermedia en la producción de polímeros y con fines no intermedios en la fabricación de papel térmico. Puede liberarse de las latas de conservas recubiertas de plástico, envases y utensilios de cocina elaborados con policarbonato y papel térmico de los tickets de compra y de los cajeros automáticos.
Otras investigaciones han vinculado este disruptor endocrino con alteraciones en el equilibrio hormonal y enfermedades como malformaciones genitourinarias, infertilidad, obesidad y cáncer en órganos dependientes de las hormonas, como el de mama.
En abril de este mismo año, científicos de la Universidad de Granada (UGR) y el Hospital Clínico San Cecilio concluyeron, además, que 9 de cada 10 medias para bebés de 0 a 4 años contienen restos de bisfenol A.
Un estudio estadounidense publicado en junio en la revista "Endocrinology de la Endocrine Society" también ha relacionado la exposición al bisfenol A con efectos transgeneracionales en un gen relacionado con el autismo en ratones. “La exposición de los fetos de ratón al BPA interrumpe la formación de conexiones de las células nerviosas en el cerebro. Para poner esto en términos humanos, si tu bisabuela estuvo expuesta al BPA durante su embarazo y ninguno de tus otros familiares entró en contacto con el BPA, tu cerebro aún mostraría estos efectos", aseguraron los responsables del trabajo.
Varias empresas han anunciado que dejarán de utilizar este compuesto en sus tickets de compra. Las restricciones impuestas por la CE exigen la retirada del papel térmico con una concentración igual o superior a 0,02 por ciento de BPA sobre el peso total hasta el próximo 2020. El objetivo final es que se elimine totalmente este componente del papel.
En Francia, ese tipo de tickets se prohibió en el 2014 tras la denuncia por parte de dos diputadas del problema de salud pública que suponía que miles de mujeres en edad fértil que trabajan como cajeras estuvieran expuestas a diario al bisfenol A.