El municipio de Venado Tuerto junto a entidades intermedias están realizando un estudio generalizado en la población a través de un relevamiento sobre 1.500 vecinos de distintos barrios de la ciudad para elaborar estadísticas sanitarias que permitan la optimización de recurso a asignar en esa área.
El estudio Venado Tuerto 3 es el correlato de dos primeros que se hicieron tiempo atrás, siendo el primero en 1998 y coordinado por el médico Carlos Cobeñas. Aquel estudio permitió determinar la alta cantidad de hipertensos y diabéticos que tenía la ciudad; muy por encima de la media nacional.
El Estudio Venado Tuerto 3 (EVT3) se realizó sobre una muestra de 1.500 personas seleccionadas en proporción de géneros y edades, como representativa de la población. Estudiantes de Trabajo Social del Ices visitaron los domicilios seleccionados, invitando a todas las personas de ambos sexos, de entre 18 y 80 años, que habiten esa vivienda a participar de este estudio.
Cabe recordar que en 1998 Venado Tuerto no contaba con agua potable y la que se consumía era extraída de pozos; aunque parezca mentira. Esa agua estaba saturada de sales, nitritos y nitratos y, obviamente, no era apta para el consumo humano. De esos años queda el recuerdo de la ciudad con más soderías del país en relación a la cantidad de habitantes. Es que los que podían compraban agua envasada por temor a contaminarse.
Fue el EVT1, y sus resultados, que determinó que la alta cantidad de hipertensos en la ciudad podría deberse al agua que se consumía y que contenía muchas sales. Salvo para aquellos que podían comprar el agua tratada, el resto de los habitantes (la gran mayoría) tomaba agua de sus propios pozos y extraída mediante bombeadores.
A partir de esos resultados comenzaron la obras para proveer de agua potable a Venado Tuerto y se logró en gran parte merced a la Cooperativa de Obras Sanitarias (COS) que inauguró una planta de ósmosis inversa. Una parte de la ciudadanía de Venado consume esa agua, aunque todavía hay vastos sectores que no pueden acceder por dos cuestiones; o no pasa la red por el barrio o por no tener dinero para la conexión ya que el servicio de ósmosis no es nada barato. Sin embargo es un gran adelanto comunitario. Mucho tuvo que ver ese primer estudio masivo de la población.
En busca de conclusiones
La continuidad de ese primer estudio fue el EVT2 y actualmente el EVT3 que cuenta con un modo de trabajo bastante similar al primero. Con las 1.500 personas del muestreo, se hará un análisis estadístico para llegar a las conclusiones finales, y la meta es que esos resultados promuevan la modificación de políticas de salud pública que ayuden a prevenir o bajar la incidencia de diabetes y obesidad en la población.
Veinte trabajadoras sociales debidamente identificadas hacen el trabajo de encuestas casa por casa.
En caso de ser elegido, se convoca para una fecha y hora en el centro de salud más cercano al domicilio, donde se tomará peso, talla, presión y una muestra de sangre. Y los datos pasarán a un registro anónimo.
Los diversos análisis de laboratorio determinarán la incidencia o no de la obesidad y la diabetes, pero con una parte de la muestra se harán análisis genéticos de distintos marcadores que pueden indicar futuras patologías.
Del Estudio Venado Tuerto 3 (EVT3) participan por el municipio la secretaria de Desarrollo Social, Alejandra Filippetti, junto a la subsecretaria de Políticas Sociosanitarias, Silvia Ugolini, y los doctores Claudia Belbuzzi, Raúl Corna, Carlos Ranalli, Jorge Vilariño y Raúl Lodeiro (veterinario).
Además se sumaron las profesionales Teresita Durando y Mariela Alovatti, Eduardo Sánchez de Bustamante (presidente del CRD), y los presidentes vecinales de los barrios Iturbide, San Martín y Alejandro Gutiérrez.
El sábado 12 de agosto, en el Centro Integrador Comunitario (CIC) se realizó la tercera toma de muestras, para los vecinos de la zona sur.
Las dos primeras tomas se efectuaron en los barrios Villa Casey y Rivadavia.
Muestras. Desde Estudio Venado 3 hicieron estudios a 1.500 personas.