Los tiempos están cambiando, y los cantautores también. De las letras sarpadas y picantes que lo hicieron conocido en sus primeros discos, Zambayonny ha mutado a un estilo más sensible y reflexivo, aunque la ironía y el humor siguen presentes como verdaderos estandartes. Este es el sello de su nuevo álbum, “Los años locos”, que va de la descripción filosa del primer single, “El corazón de las muñecas”, hasta la crítica política de “Piedras al cielo”, pasando por perfiles sociales de toda índole (“Peceto de Palermo Seco”) y cierta melancolía escondida (“Música preciosa”). “Los años locos” se vende sólo a través de Internet (otro signo de los tiempos) y el músico oriundo de Bahía Blanca lo está presentando en vivo con su banda, aunque en los shows también se da un espacio para mostrar sus viejos temas sólo con guitarra.
“Toda la vida hice cosas distintas”, dice ahora Zambayonny, ante un supuesto cambio de rumbo. “Desde los 18 años hice canciones paródicas, canciones de rock, algunas con una estética más escatológica y otras más cursis. Para mí es natural ir cambiando los proyectos. Por supuesto que llaman mucho más la atención las letras que tienen malas palabras y un humor directo, con ellas el camino es más corto, pero yo siempre hice canciones de todo tipo”, aseguró.
En ese sentido recalcó que su nuevo y cuarto trabajo oficial es “una continuación” de su CD anterior, “Búfalo de agua” (2011), que fue nominado a los premios Carlos Gardel. “El disco anterior se hizo con banda y este también. Además se asemejan porque los dos tienen pocas malas palabras, hay un giro por ese lado, el de elegir una estética distinta para encarar los proyectos. Yo siempre estoy tratando de encontrar personajes que sean interesantes para desarrollar e historias que estén buenas para contar, basadas en la observación”, puntualizó.
Sobre las influencias que marcaron a “Los años locos”, Zambayonny rescató a “los clásicos de siempre”, desde Joan Manuel Serrat hasta Jaime Roos, pasando por Charly García y Andrés Calamaro. También nombró a Manuel Moretti (Estelares) y Kevin Johansen, porque “le dan importancia a las letras y a las melodías”, y se detuvo especialmente en el tango: “Hay gente que te dice «yo no escucho tango» y no se da cuenta que lo está escuchando desde la cuna, porque se filtra en el taller mecánico, en la radio de un taxi, en todas partes. Yo creo que si en lugar de «tango» dijéramos «canciones» no habría tanto prejuicio con el género”, reflexionó.
Con respecto al choque entre sus letras más elaboradas y estos tiempos que corren, de escucha vertiginosa y dispersa a través del MP3, el cantautor se explayó: “Es cierto que cambió el modo de escuchar música. Yo mismo ya no pongo discos como antes, elijo directamente la discografía completa de alguien en MP3 y al azar van pasando las canciones. Uno se va adaptando a los nuevos formatos. Ahora se escucha un disco mientras se lee Twitter, Facebook, un diario o se está mandando un mensaje por celular. La atención no es la misma de antes”, admitió.
Zambayonny agregó que, en ese sentido, “los discos largos y con letras más trabajadas son en parte un desafío. A veces me lo recriminan, me dicen: «Tus canciones tienen mucho texto». Y yo respondo: «¿Contar una historia es mucho texto?»”, dijo entre risas. El factor de las letras termina siendo un arma de doble filo. “De hecho yo no estoy entre los artistas que más pasan en la radio”, dijo el autor de “El equilibrio del mundo”, aunque tampoco se queja: “A mí nunca me trataron mal, siempre tuve prensa, siempre me hicieron notas, nunca me sentí ninguneado ni mucho menos”, afirmó.
El compacto de “Los años locos” no está en las disquerías, pero se puede comprar en Internet a través del sitio de Mercado Libre. También está para descargar en ITunes o se puede escuchar gratis en YouTube. “Cuando saqué el disco anterior ya me había dado cuenta que las disquerías eran una excepción. Incluso me escribían de muchos lugares del país diciendo: «Acá no hay disquerías». Me pareció interesante que el CD se pueda comprar a través de Internet, porque todo el mundo pasa un rato por día o por semana delante de la computadora”, explicó el cantautor. “Yo creo que el disco en formato físico es más que nada un objeto de colección, porque los nuevos aparatos de tecnología ya ni siquiera tienen lectoras de CDs. Es más, yo creo que mi próximo disco ya no va a salir en CD, es un formato que está en sus últimos días”, aseguró.