Orselli es uno de los pocos famosos que tiene Rosario. Por eso su presencia no pasa desapercibida, ni siquiera en El Cairo, un bar donde confluye cierta intelectualidad local, para quienes tampoco es ajena la figura de Julio. El lo sabe y sonríe. "Yo arranco cada mañana con buen humor, me miro al espejo y ensayo una sonrisa", dice el ex presentador de "De 12 a 14", que ahora se encuentra ante un nuevo desafío: un magazine radial, y nada menos que por La Ocho. "Amo lo que hago, cada salida al aire es un placer extraordinario para mí", dijo Julio Orselli, que el lunes 13 de febrero, de 16 a 18, lanza el ciclo radial diario "Sin título", en la radio en la que hizo su primer programa, cuatro décadas atrás.
El pasado, el presente y el futuro convivieron en esta entrevista con Escenario de un modo espontáneo. Recordó sus comienzos en LT8 con el "Gordo" Chiabrando, en una dupla que le dio "cierto nombre". "Nos buscaban porque por ser cordobeses teníamos una voz pastosa, más pausada, y no gritábamos como los locutores rosarinos", dice, mientras apura un cortado en una tórrida tarde en pleno centro rosarino.
-Se te nota entusiasmado con este nuevo proyecto.
-Y, sí, además tengo tres cosas. Porque estoy todos los domingos, de 11 a 13 con el Negro Alvarez con "Los cosos", el Negro es un coso y yo el otro coso; tenemos una producción nuestra que se llama "El tachero de mi vida", que son 5 minutos de humor en una ficción radial que armamos con el Negro, es un separador que va todos los días a las 9 de la mañana; y además "Sin título", que va a ir de lunes a viernes, de 16 a 18.
-¿Cómo será "Sin título" y por qué elegiste ese nombre?
-Este nombre surgió de un programa que teníamos en la Dos con Carlitos Bermejo y Miguel Tessandori, era un magazine que hacíamos a la tarde en los años 80. Mi idea es sacar al aire a un traumatólogo, a un jardinero, a un veterinario, amén de la actualidad, deportes, espectáculos, los móviles y el servicio informativo. Voy a tener la colaboración de María Fernanda Rey, que me va a aportar oyentes de 30 a 35 años, yo apunto a los de 40, 45, para arriba.
-Tu feeling con la gente se demuestra en la calle ¿también lo vas a hacer notar en la radio?
-Sí, ese feeling continúa, no se cortó nunca. Y le vamos a dar importancia a la llamada telefónica. Por supuesto que las quejas siempre están, por los cortes de luz, las bocas de tormentas tapadas, pero si hay otro tipo de reclamos le vamos a dar participación, al menos para que la gente se saque la bronca de encima. Y el nombre de "Sin título" te permite jugar, para que cada oyente le ponga el nombre que quiera , el programa de Julio, el de Orselli, el de La Ocho, el de la tarde, ¿cómo se llama? No sé, sin título, qué se yo.
-¿Te sentís un hombre de radio?
-Totalmente, me encanta la radio, aporta la inmediatez, la autenticidad, no hay un medio masivo más rápido que la radio.
—Siempre hay un sueño por cumplir, ¿qué te gustaría hacer si tuvieras todas las posibilidades de llevarlo a cabo?
—Siempre dije que me hubiese gustado tener un ciclo de entrevistas, porque las que se ven son muy iguales todas. A mí no me gustaría imitar gente famosa, la fantasía mía es entrevistar al tipo de la grúa que está enganchando al auto que está mal estacionado, a un tachero, o al que labura en los momentos más fuleros del Heca. Buscarle la vuelta por otro lado, no por la rutina.
—¿Siempre tenés buen humor?
—Mirá, yo arranco con buen humor, me miro al espejo y ensayo una sonrisa. La otra vez leí una nota de un neurólgo que decía que al cerebro es fácil engañarlo. Es así, vos mirás al espejo y te mandás una sonrisa y aunque estés hecho mierda, el cerebro no registra que estás con un problema, segrega la serontonina y engañás el cerebro, que se predispone a las cosas buenas y no a las malas. Esto la culpa la tiene el neurólogo que leí (risas). Después, tristezas tengo, como todos...
—¿Cuales te afectan más?
—Me han pasado cosas como a cualquier otro, la pérdida de mi mamá, familiares enfermos, he tenido que desarmar dos matrimonios con hijos, quizá porque he priorizado más la profesión que lo personal. No es todo pum para arriba.
—¿Qué valor te quedó de tu niñez humilde en Bel Ville?
—Enfrentar la realidad y no quedarme, al contrario, salir a buscar la monedita, como cuando era acomodador de cine en mi pueblo. Y el hecho de no tener padre, que murió cuando yo tenía dos años y ni lo conocí, me dio otra cosa. Yo de chico buscaba la posibilidad de amplificar mi voz bien fuerte, a través del micrófono del verdulero de la esquina, de la kermesse de la iglesia, pero mi fantasía infantil, eso lo vi en análisis, era que mi viejo me estaba escuchando en algún lugar. Eso me llevo a la locución, inconcientemente, yo sé que con la voz fuerte llego adonde otros no pueden.
A la tevé con los grandes
“Esto no lo dije nunca, pero me está entusiasmando el Negro Alvarez para hacer algo en televisión, un programa humorístico con invitados, y si les entusiasma el proyecto podría ser para Canal 5 para mitad de año”, dijo Julio César Orselli. Y agregó: “No te olvides que el Negro tiene mucha llegada nacional, estoy dejando correr la imaginación, pero podría estar Cacho Fontana, Larrea hasta el mismo Tinelli, y también Mirtha y Susana, nadie le va a decir que no”.