En 1926, el escritor británico A.A. Milne creó a un tierno personaje que se haría célebre: Winnie Pooh. El osito y sus amigos (Tigger, Rabbit y el cerdito Piglet, entre otros) eran parte de los cuentos infantiles que escribía para su hijo, Christopher Robin, que, con ese mismo nombre, también se convirtió en el protagonista de sus aventuras. En los años 60, Disney empezó a llevar a Winnie Pooh al cine y la televisión, y ahora llega a la pantalla grande la primera película de acción real con el osito y sus amigos del Bosque de los Cien Acres. Se trata de "Christopher Robin", que hoy se estrena en Rosario, con dirección de Marc Foster ("Cambio de vida", "Descubriendo el país de Nunca Jamás") y con Ewan McGregor como protagonista.
La historia comienza con un pequeño Christopher Robin que está en el Bosque de los Cien Acres despidiéndose de Pooh y sus amigos. Luego avanza y muestra a un Christopher Robin ya adulto, con una familia formada por su esposa e hija, una gran presión en el trabajo y la responsabilidad de tener que recortar gastos en la compañía donde trabaja. Su esposa y su hija se van de viaje el fin de semana y en el momento en que parten, él vuelve a encontrarse con Winnie Pooh. Christopher debe encontrar la manera de regresar a Pooh a su hogar, porque el osito le genera demasiada distracción en este momento de su vida. Pero sus viejos amigos de la infancia entran en el mundo de Robin para ayudarlo a recordar al niño cariñoso y alegre que alguna vez fue.
"Incluso antes de leer el guión, yo ya pensaba por dentro: ¡cuenten conmigo!", dijo el director Marc Foster. "Es una historia tanto para niños como para adultos, y todos los que la ven salen con su propia interpretación. Además del mensaje que transmite Pooh, hay una gran dosis de comedia y de humor para que no nos tomemos demasiado en serio a nosotros mismos, y para mí era sumamente importante capturar eso. Cuando lográs contar la historia con honestidad y anclarla en la realidad, y tener un gran realismo mágico encima de todo eso, te levanta el espíritu", afirmó.
El realizador y guionista suizo —que se hizo conocido por películas como "Cambio de vida" (con Halle Berry), "Descubriendo el país de Nunca Jamás" (con Johnny Depp) y "Quantum of Solace" (de la saga de James Bond)— señaló que ya estaba familiarizado con los personajes creados por A.A. Milne. "Siempre fui un fanático de Winnie Pooh. Adoro a todos los otros personajes, pero Pooh, lejos, siempre fue mi preferido por esa serenidad que tiene y su forma de ver la vida. Sus frases son muy simples pero encierran mucha verdad", expresó.
El Bosque de los Cien Acres, esencial en las historias de Milne, tuvo un tratamiento especial en la película. "El Bosque de los Cien Acres es mucho más que el lugar donde Christopher Robin jugaba con sus amigos en su infancia. Representa el descubrimiento de la naturaleza y el tiempo de juego, y la idea de que no hay nada más importante que tomarnos nuestro tiempo", dijo Marc Foster. "Necesitábamos que el Bosque se sintiera como una locación real y no un set en un estudio con una pantalla verde. Fue emocionante rodar en una propiedad cercana a la vieja casa de A.A. Milne (en la campiña inglesa), donde él escribió y transcurren todas las historias de Winne Pooh. El Bosque de los Cien Acres está inspirado en el bosque de Ashdown, ubicado en las afueras de Londres", explicó.
"Christopher Robin" se anticipa como una película que disfrutarán tanto los chicos como los adultos. "Me gusta hacer películas así", aseguró Foster. "Sobre todo porque a veces mi hija me lleva a ver películas que son para niños y yo no siempre tengo ganas de ver esas. Quería hacer un filme que fuera para ella, para mí, para mi mamá y que todos la podamos ver y disfrutar", subrayó.
Según el director, la película guarda un mensaje esencial: "Recuerda al público la importancia de celebrar la vida y también celebrar no hacer nada, porque estamos demasiado ocupados trabajando todo el día. Ojalá esta película haga a la gente detenerse a observar sus propias vidas y revaluar cómo pasan su tiempo y con quién", enfatizó. Para el realizador, "la belleza de los personajes de A.A. Milne radica en que poseen una simplicidad en su sabiduría, ternura, amor, bondad y una capacidad de conectarse entre sí, en especial Pooh, y eso es algo que creo que necesitamos desesperadamente en el mundo actual. A todos en este momento nos vendría muy bien un poquito del corazón y la sabiduría de Pooh. Transformar una historia adorable y simple con un mensaje sencillo y puntual en una película es un esfuerzo que puede hacer de nuestra vida una mejor experiencia. Las cosas más simples de la vida, por lo general, son las que nos hacen más felices", concluyó.