Con repertorio del nuevo disco y un repaso de su obra, el artista misionero Chango Spasiuk colmó las expectativas de los numerosos espectadores que se acercaron el viernes a El Círculo. Con obras, en su mayoría instrumentales, que disparan imágenes diversas, Spasiuk se introduce en su universo musical y construye desde allí su valioso arte.
Para esta presentación, trajo una formación numerosa compuesta por siete músicos que hicieron sonar cuerdas, percusión y piano con un tratamiento estético y una puesta técnica que puso siempre su acordeón al frente. El concierto se dividió en dos partes: en la primera mostró las canciones del disco "Otras músicas" y en la segunda hizo un recorrido por su discografía.
El contrabajo de Juan Pablo Navarro y la percusión de Marcos Villalba, aportaron aires jazzeros a "Canción de los hermanos" y "Nazareno", los dos primeros temas y compuestos para la película de Ana Katz "Los Marziano".
Siguió con "Día de sol", con el piano como instrumento preponderante. Con arreglos delicados y un paisaje sonoro de tono melancólico, el instrumento, con el que Spasiuk compone, fue ejecutado con solvencia por Matías Martino. El ámbito solemne que ofrece El Círculo fue el ideal para mostrar este repertorio con orquestación con formato de cámara y para el lucimiento de Helen De Jong, la cellista integrante de la Sinfónica de Córdoba, especialmente invitada para esta serie de conciertos.
"Nada puede ser mejor que este día", dijo antes de presentar a Lorena Astudillo. La cantante porteña agregó gestualidad a la interpretación de "Sueños de niñez", la canción de cuna incluida en "Otras músicas". Mientras sonaba el tema, le tiraba besos a sus hijas que estaban detrás del telón.
Generoso, el Chango amplió el espacio para que Lorena versionara "Sólo para mí", la obra que en "Chamamé crudo" cantan Mercedes Sosa y Víctor Heredia. Astudillo superó la dificultad que supone igualar aquella versión original y se quedó un rato más en escena para cantar "El cosechero", con Diego Arolfo en coros. El entusiasmo del público los animó a repetir los últimos versos del rasguido doble de Ramón Ayala y Lorena Astudillo se retiró ovacionada.
Amagó el cierre con "Tierra colorada", pero se quedó para varios bises. Antes, elogió la ciudad y destacó la presencia en la sala de Monchito Merlo y remarcó que "la música es parte de la cultura, la diversidad es nuestro tesoro". "Este es el momento de los quince grandes éxitos", comentó riendo cuando comenzaron a llover los pedidos.
En el epílogo, incluyó la bella guarania "Mi torcacita", con Dellamea cantando mitad en guaraní mitad en español. También otra polca, "Distancia", y la celebrada "Libertango",de Piazzolla, para irse con un popurrí de pedidos donde tocó "El toro" e "Ivanco", con palmas del público.
Spasiuk propuso un recorrido imaginario por su tierra misionera con un concierto generoso donde concretó un interesante diálogo entre lo popular y lo clásico. Sin estridencias, pero conservando el pulso y la esencia de su original y emocionante lenguaje sonoro.