El director David “Coco” Blaustein, ícono del documental y el cine político argentino, falleció ayer a los 68 años en una clínica porteña, cinco días después de haber sufrido un accidente cerebro vascular. Según explicó la jefa de prensa de sus películas, Bucky Butcovic, el miércoles pasado el realizador fue encontrado en la productora El Zafra tras haber sufrido un ACV, tras lo cual fue internado y, pese a mostrar una mejoría, ayer falleció. En su carrera dejó películas emblemáticas como “Cazadores de utopías”, “Botín de guerra”, “Hacer Patria”, “Porotos de soja” y “Fragmentos rebelados”, donde aborda la vida del cineasta desaparecido Enrique Juárez.
A lo largo de su extensa trayectoria, en la que también ofició de productor y guionista, Blaustein supo utilizar el lenguaje y los recursos del género documental para ponerlos al servicio del uso de la memoria para recuperar luchas emblemáticas. “La memoria es pertinente por muchísimas razones. En primer lugar por una cuestión ética y moral hacia los compañeros que ya no están; en mi caso personal son muchos y los tengo presentes. También es pertinente la memoria para que los hechos no se repitan; hoy las Fuerzas Armadas no están en condiciones de amenazar la democracia. Pero también es pertinente para que la democracia permita seguir juzgando la violencia institucional”, había dicho Blaustein en una entrevista con Télam en marzo pasado, a razón del estreno de su último filme, “Se va a acabar”, que dirigió junto a Andrés Cedrón, en el cual recoge los testimonios silenciados de trabajadoras y trabajadores que participaron en distintos conflictos sindicales durante la última dictadura. El objetivo que perseguían: enfrentar el intento de desmantelar la industria y desarticular a la clase obrera organizada.
Este documental cuenta una faceta poco conocida del accionar represivo. En la mirada de los autores, “lo que más se conoce es la desaparición forzada de personas, el robo de bebés, el terror y la tortura. También se comenzó a hablar hace algunos años de los responsables civiles de la dictadura y del rol de la iglesia. Sin embargo, poco se conoce de la resistencia, de eso habla en «Se va a acabar»”, señaló Blaustein en ocasión del estreno.
Su debut cinematográfico fue en 1996 con “Cazadores de utopías”, una película en la que, por medio de entrevistas, traza su visión de la historia de la agrupación Montoneros, y cuyas críticas fueron dispares, tanto por su contenido como por su tratamiento. En 2000 estrenó “Botín de guerra”, un documental imprescindible que relata la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo para identificar a los niños secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad durante la última dictadura militar.
Con su obra, Blaustein se erigió como un referente del cine sociopolítico argentino. En 2004 produjo el documental “Papá Iván”, dirigido por María Inés Roqué, quien pone su mirada en la vida de su padre, Juan Julio Roqué, uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y, más tarde, dirigente de Montoneros. Continuando con su visión política, en 2009 codirigió y produjo “Porotos de soja”, un documental en el que se adentra en el conflicto entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y sectores del campo, producto de la resolución 125, que terminó no siendo aprobada por el Congreso de la Nación, tras más de 100 días de disputa.
CAZADORES DE UTOPÍAS Trailer Oficial
A su vez, Blaustein era conductor del programa radial “Manivela”, en Radio Nacional, una emisión en la que abordaba, desde diferentes ópticas, el cine latinoamericano. “¿Quedan aún discusiones pendientes?”, le preguntó Télam en marzo, a lo que el director respondió: “Hoy tenemos dos casos que tienen que ver con la memoria, que hace 10, 15 ó 20 años ni imaginábamos: lo que está sucediendo con el juicio a los «vuelos de la muerte» en Campo de Mayo y lo que sucede sobre la «contraofensiva montonera», donde se está ejerciendo la memoria sobre algo que es el derecho a la rebelión. Todo eso, rumbo a un mejor futuro”, aseguró.
“Una pérdida irreparable”
Personalidades y organizaciones de la cultura despidieron ayer con tristeza en las redes sociales a David Blaustein. Desde el Ministerio de Cultura de la Nación, encabezado por Tristán Bauer, lamentaron “profundamente” el fallecimiento del realizador y lo recordaron como “uno de los mayores referentes del cine político en nuestro país”: “Despedimos a un intelectual comprometido, siempre atento y sensible a la realidad política de su país. Una irreparable pérdida para la cultura Argentina”. En tanto, desde el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires lo despidieron con “cariño” y le agradecieron por “creer y trabajar por la cultura de la Ciudad” como “miembro” del Consejo de Participación Cultural, del programa Mecenazgo.
La Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica expresó su “gran pesar” por la noticia de la muerte de “un cineasta que siempre luchó por sus ideales y que aportó en sus filmes una mirada comprometida con los derechos humanos y las luchas de los trabajadores”. “Fue un defensor del cine nacional, participando en infinidad de actividades en defensa de la soberanía audiovisual. El lugar que ocupó hasta hoy será difícil de relevar, pero Blaustein deja también el legado de los sueños colectivos”, destacaron también desde la asociación Documentalistas de Argentina.
Por su parte, su colega Juan José Campanella escribió en Twitter: “Se nos fue Coco Blaustein. Un mensch de aquellos. Un placer de compañía. Un amante y defensor del cine argentino. Un enorme documentalista. Pero sobre todo, un caballero de fina estampa. Chau, Coco. Nos vemos pronto”.
También desde la Asociación Argentina de Actores, a través de su oficina de prensa, expresaron sus condolencias a familiares y amigos, y despidieron con “gran tristeza” al director, guionista y productor como “uno de los más importantes referentes del documentalismo y del cine sociopolítico de nuestro país”.