Mal que le pese al bueno de Charlie Bermejo, que se rompe el lomo para lograr que "La noche de los Magazine" sea impecable, el diablo, siempre, mete la cola. Así fue como un escalón traicionero se convirtió en la gran estrella de la velada en la que, entre otras figuras, estuvieron presentes Mirtha Legrand, número puesto de la fiesta, Flor de la V y Fátima Flores. El mejor momento de la noche lo entregó Jairo, que cantó acmpañado sólo por su guitarra, "Los enamorados", que el arrancó una ovación apasionada a los invitados a la fiesta. Hubo otros momentos, no tan gratos, que ahí compedia La Capital.
1- Un tropezón no es caída: "Cuidado con el escalón", fue la frase más escuchada durante la entrega de los premios Magazine que se llevó a cabo anoche en el coqueto complejo de salones del Alto Rosario. Y fue así porque la primera en ser llamada a recibir el galardón, a Graciela Borges, se pegó "flor de porrazo", según la precisa y no menos maliciosa descripción de Mirtha Legrand, al subir al escenario. "Me compré el Metropolitano", fue todo lo que atinó a decir la actriz cuando recuperó el aliento. De ahí en más, todos se cuidaron y mucho de no caer en la trampa, y lo lograron, salvo el Vasco Arrizabalaga que, ciego por el entusiasmo, repitió el error. Joven, ágil, atlético, evitó darse de bruces, pero casi, casi. Un momento de zozobra que, gracias al cielo, terminó bien.
2- Rosarigasinos en su salsa: Es sabido que la fortuna, o mejor dicho, el Gordo Bermejo, los ilumina con sus "cinco minutos de fama", los rosarinos los estiran tanto como pueden. Gustavo Rezzoaglio fue distinguido por "Plan A", un programa que en languidece en las mañanas de Canal 3. Sin la bendición del rating, el conductor aprovechó para hacer un discurso largo, larguísimo, que comenzó con el saludo kirchnerista de ocasión: "Buenas noches a todas y a todos..." Sin embargo, su parrafada fue breve en comparación con la de Marcelo Nocetti, que intentó resumir los cinco discursos que había preparado para las otras tantas nominaciones fallidas al Martín Fierro. Hubo quien -no se dan nombres por pudor- aprovechó para hacer una siestita.
3- Un reclamo que no tuvo eco: Fátima Flores llegó tarde, pelo platinado, tacos altos y una minifalda negra, ajustadísima, que rajaba la tierra. Ni bien hubo un corte en la transmisión televisiva una nube de cholulos se arremolinó alrededor de la actriz, que se hizo famosa gracias a la imitación que hace de la presidenta Cristina Fernández en el programa de Jorge Lanata, "Periodismo para todos". Todos querían llevarse una foto junto a la estrella mediática del momento, que llegó a la fiesta directo del teatro Broadway, donde ofreció un show a sala completa. Hasta ahí todo en orden. El problema fue cuando subió al escenario y, envalentonada por la alegría del momento, hizo una apología de Mirtha Legrand, presente en el Metropolitano, y reclamó: "¡Qué vuelvan los almuerzos!". Nadie aplaudió, nadie se sumó al pedido. Sólo se escuchó un silencio sepulcral.
4- Pases, boletos y abonos: La noche de los Magazine es larga y, entre premio y premio, entre plato y plato, hay largos, larguísimos tiempos muertos. Los más jóvenes los aprovecharon para Twittear pensamientos, ironías, chismes que los que seguían la entrega por televisión no podía ver ni imaginar. No faltó el observador suspicaz que advirtió que la conductora de "Bien temprano",Susana Rueda -divina con un vestido rojo pegado al cuerpo como una segunda piel-, no estaba sentada en la misma mesa que su marido, el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, o que la directora de la Agencia de Seguridad Vial, Clara García -a quien se la vincula románticamente con le ex intendente Miguel Lifschitz- fue sola a la fiesta. Y lo más serio: la preocupación, el celo con que Analía Bocassi, cuidó a su novio -un hombretón alto, musculoso y buen mozo, según insistía la platea femenina-, se ve que temía que se lo robaran.
5- Un paso de comedia: Se ve que no lo ensayaron con esmero, porque cuando lo pusieron en escena no causó el impacto esperado. Mirtha Legrand, la última premiada de la noche, y Carlos Bermejo hicieron un chiste -una suerte de discusión por la cantidad de premios Magazine que se llevó la actriz a lo largo de los 20 años que se realizó la fiesta- que dejó a los asistentes desconcertados. Tanto es así que la protagonista de "La dueña" tuvo que explicar que se trataba de una humorada que, por iniciativa suya, habían preparado con el organizador del encuentro. Y todo mundo sabe que chiste que se explica no es chiste. Pero eso no fue todo, la Señora, envalentonada por su amor por Rosario, dijo: "No sé si será la soja o qué, pero Rosario parece Manhattan, con todos esos edificios en la costa". A lo que un tuitero mordaz, replicó: "Rosario es Manhattan #alosbotes".
Bonus track: Al finalizar la fiesta, tal como se hizo costumbre en los Magazine, se entregan premios a los mejores vestidos, a los que se lucieron en la alfombra roja. Igual que en los Oscar, pero acá. Este año quedó en evidencia que la elección, que tiene a su cargo el "experto en moda" -o deberíamos decir "experto en chivos"-, Oscar Fernández Fini, si no es injusta, cuato menos despierta dudas. ¿Por qué? Porque el premio femenino se lo llevó la musa inspiradora de su programa de cable, quién además, al subir al estrado a recibir el galardón, le agradeció a la diseñadora que le hizo el vestido y los accesorios que lució "en exclusiva" esa noche. "Increíble", deslizó desconcertada la ministra de Inovación y Cultura provincial. Chiqui González, que no está acostumbrada a las avivadas del mundo de la moda.