La última década no fue la mejor de las épocas para la carrera de Tim Burton. La reacción más común ante sus películas recientes era un gesto desganado, casi de fastidio. ¿Ir a ver "Sombras tenebrosas" (2012), con Johnny Depp otra vez con look gótico, con la cara pintada de blanco, repitiendo siempre los mismos tics? No, gracias. ¿Ir a ver "Miss Peregrine y los niños peculiares" (2016), otra sopa de rarezas oscuras? Menos. Basta chequear la valoración que hace Metacritic (sitio que promedia críticas de cine de EEUU y Gran Bretaña) de las últimas películas de Burton para darse cuenta de la situación. Las únicas que zafaron de los palos de los críticos fueron "Frankenweenie" (2012) y en menor medida "Big Eyes" (2014), que se salvó sobre todo por las actuaciones de Amy Adams y Christoph Waltz. El resto tuvo una performance muy pobre, desde "Alicia en el país de las maravillas" (2010) hasta la mencionada "Miss Peregrine...". El cine de Burton, otrora original y sorprendente, y generador de un verdadero público de culto, se convirtió con el paso de los años en una caricatura. Por eso, cuando se anunció que iba a dirigir "Dumbo", la desconfianza le ganó al entusiasmo. Sin embargo, la sola mención del elenco y las primeras imágenes de los trailers dieron buenos indicios. Acá el director vuelve a trabajar con excelentes actores veteranos como Michael Keaton (su recordado Batman) y Danny DeVito (su recordado Pingüino). Y se sintió el suspiro global de alivio cuando se confirmó que no actuaría Johnny Depp, la estrella fetiche de Burton, que en los últimos años se transformó en otra caricatura en sí mismo. Es más, en las redes sociales circularon unos memes que mostraban fotos de Depp con la trompa y las orejas de Dumbo, en clara alusión a la insistencia del director con el protagonista de "El joven manos de tijera". Con el poderío económico de Disney, con sus generosos presupuestos y su estricta supervisión de contenidos, ahora Tim Burton tiene la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y librarse por un rato de sus trampas estilísticas. ¿Recordará Burton cómo narrar una historia clásica y conmovedora, con personajes que perduren? Esperemos que no lo desaproveche.